Gefunden 209 Ergebnisse für: hablar

  • Cuando Moisés terminó de hablar con ellos, se cubrió la cara con un velo. (Exodo 34, 33)

  • Cada vez que Moisés volvía donde Yavé para hablar con él, se quitaba el velo hasta que salía. Una vez fuera, comunicaba al pueblo lo que Yavé le había ordenado. (Exodo 34, 34)

  • Al ver los israelitas la cara de Moisés, notaban que su piel era radiante; pero Moisés volvía a ponerse el velo, hasta que entraba a hablar con Yavé. (Exodo 34, 35)

  • Cuando Moisés entraba en la Tienda de las Citas para hablar con El, oía la voz que le hablaba de lo alto del Lugar del Perdón que está sobre el Arca del Testimonio, de entre los dos querubines. Entonces Moisés hablaba con El. (Números 7, 89)

  • y le hablo cara a cara. Es una visión clara, no son enigmas; él contempla la imagen de Yavé. ¿Cómo, pues, no tienen miedo de hablar en contra de mi servidor, en contra de Moisés? (Números 12, 8)

  • ¿Y ahora quieres que muera este pueblo como un solo hombre? Pero entonces las naciones que oyeron hablar de ti van a decir: (Números 14, 15)

  • Aún no terminaba de hablar, cuando la tierra se abrió a sus pies. (Números 16, 31)

  • Nadie podrá resistirles; en toda la extensión de la tierra que han de pisar, Yavé hará que, al oír hablar de ustedes, los pueblos teman y tengan miedo, como él les ha dicho. (Deuteronomio 11, 25)

  • Pero si un profeta pretende hablar en mi nombre sin que lo haya mandado, o si habla en nombre de otros dioses, morirá.» (Deuteronomio 18, 20)

  • Cuando hayan terminado de hablar, los oficiales se pondrán al frente del pueblo. (Deuteronomio 20, 9)

  • «Cielos, presten oídos, que voy a hablar, y la tierra toda escuche las palabras de mi boca. (Deuteronomio 32, 1)

  • Cuando Josué terminó de hablar, los sacerdotes comenzaron a tocar las siete trompetas que sirven para tocar la fiesta del Jubileo y avanzaron delante del Arca de Yavé. (Josué 6, 8)


“Menosprezai vossas tentações e não vos demoreis nelas. Imaginai estar na presença de Jesus. O crucificado se lança em vossos braços e mora no vosso coração. Beijai-Lhe a chaga do lado, dizendo: ‘Aqui está minha esperança; a fonte viva da minha felicidade. Seguro-vos, ó Jesus, e não me aparto de vós, até que me tenhais posto a salvo’”. São Padre Pio de Pietrelcina