Gefunden 147 Ergebnisse für: castigo por azotes

  • Si tu corazón se endurece y te niegas a cambiar, te estás preparando para ti mismo un gran castigo para el día del juicio, cuando Dios se presente como justo Juez. (Carta a los Romanos 2, 5)

  • Con mucha más razón ahora nos salvará del castigo si, por su sangre, hemos sido hechos justos y santos. (Carta a los Romanos 5, 9)

  • Y David dice: Que sus banquetes sean trampa y un lazo, una piedra donde caigan ellos mismos y encuentren ahí su castigo. (Carta a los Romanos 11, 9)

  • Así, pues, hay que obedecer, pero no solamente por miedo al castigo, sino por deber de conciencia. (Carta a los Romanos 13, 5)

  • Castigo mi cuerpo y lo tengo bajo control, no sea que después de predicar a otros yo me vea eliminado. (1º Carta a los Corintios 9, 27)

  • los azotes, las detenciones, las oposiciones violentas, las fatigas, las noches sin dormir y los días sin comer. (2º Carta a los Corintios 6, 5)

  • Cinco veces fui condenado por los judíos a los treinta y nueve azotes; (2º Carta a los Corintios 11, 24)

  • De ellos éramos también nosotros, y nos dejamos llevar por las codicias humanas, obedeciendo a los deseos de nuestra naturaleza y consintiendo sus proyectos. E íbamos directamente al castigo, lo mismo que los demás. (Carta a los Efesios 2, 3)

  • Miren cuán inflexible era la Ley entregada por los ángeles, pues toda falta o desobediencia recibía su castigo. (Carta a los Hebreos 2, 2)

  • Esforcémonos, pues, para entrar en ese descanso, y que nadie merezca, por su falta de fe, el castigo de que hablamos. (Carta a los Hebreos 4, 11)

  • ¿Qué pasará entonces con el que pisoteó al Hijo de Dios? ¿Qué castigo merecerá, según ustedes, el que ha profanado la sangre de la alianza con la cual fue santificado y ha insultado al Espíritu, don de Dios? (Carta a los Hebreos 10, 29)

  • Porque, ¿qué mérito habría en soportar el castigo cuando se ha faltado? En cambio, si pueden soportar que los traten mal cuando han actuado bien, eso es grande ante Dios. (1º Carta de Pedro 2, 20)


“Os talentos de que fala o Evangelho são os cinco sentidos, a inteligência e a vontade. Quem tem mais talentos, tem maior dever de usá-los para o bem dos outros.” São Padre Pio de Pietrelcina