Gefunden 97 Ergebnisse für: Piedad

  • Ese día, destruiré sin piedad a todas las naciones que hayan atacado a Jerusalén. (Zacarías 12, 9)

  • «Señor, ten piedad de mi hijo, que es epiléptico y su estado es lastimoso. A menudo se nos cae al fuego, y otras veces al agua. (Evangelio según San Mateo 17, 15)

  • Entonces gritó: «Padre Abraham, ten piedad de mí, y manda a Lázaro que moje en agua la punta de su dedo y me refresque la lengua, porque me atormentan estas llamas.» (Evangelio según San Lucas 16, 24)

  • Mientras tanto el publicano se quedaba atrás y no se atrevía a levantar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho diciendo: «Dios mío, ten piedad de mí, que soy un pecador.» (Evangelio según San Lucas 18, 13)

  • Ya se lo dije, y ahora que estoy lejos se lo repito como la segunda vez que estuve allá: cuando vuelva a visitarlos no tendré piedad. Que lo sepan tanto los que vivieron en el pecado como los demás. (2º Carta a los Corintios 13, 2)

  • Es cierto que estuvo enfermo y a las puertas de la muerte, pero Dios tuvo piedad de él y también de mí, ahorrándome penas sobre penas. (Carta a los Filipenses 2, 27)

  • por los jefes de estado y todos los gobernantes, para que podamos llevar una vida tranquila y en paz, con toda piedad y dignidad. (1º Carta a Timoteo 2, 2)

  • Rechaza las leyendas vergonzosas, verdaderos cuentos de viejas, y dedícate a la piedad como a tu deporte. (1º Carta a Timoteo 4, 7)

  • Los ejercicios deportivos no es que sirvan de mucho; la piedad, en cambio, es útil fuera de toda discusión, pues Dios le prometió la vida, tanto la presente como la futura. (1º Carta a Timoteo 4, 8)

  • ostentarán apariencias de piedad, pero rechazarán sus exigencias. Evita a esa gente. (2º Carta a Timoteo 3, 5)

  • Su poder divino nos ha dado todo lo que necesitamos para la vida y la piedad, en primer lugar el conocimiento de Aquel que nos ha llamado por su propia gloria y fuerza. (2º Carta de Pedro 1, 3)

  • la firmeza con el conocimiento, el conocimiento con el dominio de los instintos, el dominio de los instintos con la constancia, la constancia con la piedad, (2º Carta de Pedro 1, 6)


“Diga ao Senhor: Faça em mim segundo a Tua vontade, mas antes de mandar-me o sofrimento, dê-me forças para que eu possa sofrer com amor.”. São Padre Pio de Pietrelcina