Gefunden 47 Ergebnisse für: Comienzo

  • Encima de las salas que miraban al sur, había una entrada al comienzo de cada ala. (Ezequiel 42, 12)

  • El año primero del reinado de Belsasar en Babilonia, Daniel tuvo un sueño y visiones en su mente mientras dormía. En cuanto despertó, puso el sueño por escrito. Comienzo de la relación: (Daniel 7, 1)

  • Este es el comienzo de la Buena Nueva de Jesucristo (Hijo de Dios). (Evangelio según San Marcos 1, 1)

  • Saulo estaba allí y aprobaba el asesinato. Este fue el comienzo de una gran persecución contra la Iglesia de Jerusalén. Todos, excepto los apóstoles, se dispersaron por las regiones de Judea y Samaría. (Hecho de los Apóstoles 8, 1)

  • Porque yo fui en un comienzo un opositor, un perseguidor y un violento. Pero él me perdonó porque obraba de buena fe cuando me negaba a creer, (1º Carta a Timoteo 1, 13)

  • «¿En qué quedó la promesa de su venida? Desde que murieron nuestros padres en la fe todo sigue igual que al comienzo del mundo.» (2º Carta de Pedro 3, 4)

  • Hijos queridos, no les escribo un mandamiento nuevo, sino el mandamiento antiguo, el que ustedes tenían desde el comienzo; este mandamiento antiguo es la palabra misma que han oído. (1º Carta de Juan 2, 7)

  • Permanezca en ustedes lo que oyeron desde el principio; si permanece en ustedes lo que oyeron desde el comienzo, también ustedes permanecerán en el Hijo y en el Padre. (1º Carta de Juan 2, 24)

  • Debemos amarnos unos a otros, pues este es el mensaje que ustedes han oído desde el comienzo. (1º Carta de Juan 3, 11)

  • Y ahora te ruego, señora, -aunque no te escribo un mandamiento nuevo, sino el que tenemos desde el comienzo-, que nos amemos unos a otros. (2º Carta de Juan 1, 5)

  • Y el amor consiste en vivir de acuerdo a sus mandamientos. Este es el mandamiento que oyeron desde el comienzo, y así es como han de vivir. (2º Carta de Juan 1, 6)


“Amar significa dar aos outros – especialmente a quem precisa e a quem sofre – o que de melhor temos em nós mesmos e de nós mesmos; e de dá-lo sorridentes e felizes, renunciando ao nosso egoísmo, à nossa alegria, ao nosso prazer e ao nosso orgulho”. São Padre Pio de Pietrelcina