Encontrados 149 resultados para: veces

  • Entonces Simón llamó a sus dos hijos mayores y les dijo: "Yo, mis padres y la casa de mi padre hemos luchado desde nuestra juventud hasta hoy contra los enemigos de Israel y hemos conseguido muchas veces liberar a Israel. (I Macabeos 16, 2)

  • Y el tres veces criminal Nicanor, que había traído miles de negociantes para comprar a los judíos, (II Macabeos 8, 34)

  • Exhortaba a los suyos a que no temieran la venida de los gentiles, sino que, recordando las veces que anteriormente Dios les había auxiliado, creyeran que también ahora, ciertamente, el todopoderoso les daría la victoria. (II Macabeos 15, 8)

  • porque siete veces cae el justo, mas se levanta, pero los criminales se hundirán en la ruina. (Proverbios 24, 16)

  • Aun cuando hubiera vivido dos veces mil años sin gustar la felicidad, ¿no van ambos al mismo lugar? (Eclesiastés 6, 6)

  • Porque tu corazón sabe que muchas veces tú también has maldecido a otros. (Eclesiastés 7, 22)

  • Nada hay en ellos que pueda hacerlos atrayentes, como sucede a veces a la vista de los animales. Hasta fueron excluidos de la aprobación y bendición de Dios. (Sabiduría 15, 19)

  • Unas veces la llama se debilitaba, para no consumir los animales enviados contra los malvados y hacerles ver que era la justicia de Dios la que los perseguía. (Sabiduría 16, 18)

  • Hijo mío, no siembres en surcos de injusticia, para que no coseches de ella siete veces más. (Eclesiástico 7, 3)

  • No te ates dos veces con el pecado, pues no quedarás impune ya en la primera. (Eclesiástico 7, 8)

  • Te avergonzará con sus invitaciones hasta que te arruine dos o tres veces, y al fin se burlará de ti. Después de esto mirará como si no te conociese y se burlará moviendo la cabeza. (Eclesiástico 13, 7)

  • Interroga al amigo, porque muchas veces hay calumnias; no creas de ligero cualquier cosa. (Eclesiástico 19, 15)


“O Senhor sempre orienta e chama; mas não se quer segui-lo e responder-lhe, pois só se vê os próprios interesses. Às vezes, pelo fato de se ouvir sempre a Sua voz, ninguém mais se apercebe dela; mas o Senhor ilumina e chama. São os homens que se colocam na posição de não conseguir mais escutar.” São Padre Pio de Pietrelcina