Encontrados 149 resultados para: siguiente

  • Mas no le obedecieron, y algunos guardaron para el día siguiente; pero se llenó de gusanos y se pudrió, por lo cual Moisés se irritó contra ellos. (Exodo 16, 20)

  • Lo guardaron hasta la mañana siguiente, como había ordenado Moisés, y no se estropeó ni se encontró en ello gusano alguno. (Exodo 16, 24)

  • Al día siguiente Moisés se sentó a administrar justicia al pueblo, el cual estuvo ante él de la mañana a la tarde. (Exodo 18, 13)

  • Cuando me sacrifiques una víctima, no me ofrecerás su sangre con pan fermentado, ni guardarás para el día siguiente. (Exodo 23, 18)

  • Si queda para el día siguiente algo de carne del sacrificio de investidura o de los panes, lo quemas en el fuego; no se comerá, porque es cosa santa. (Exodo 29, 34)

  • Al día siguiente se levantaron temprano y ofrecieron holocaustos y sacrificios de reconciliación. El pueblo se sentó a comer y beber y se levantaron después para divertirse. (Exodo 32, 6)

  • Al día siguiente, Moisés dijo al pueblo: "Habéis cometido un gran pecado. Sin embargo, yo voy a subir al Señor; quizá alcance perdón para vuestro pecado". (Exodo 32, 30)

  • No ofrecerás con pan fermentado la sangre de mi sacrificio, ni permanecerá hasta la mañana siguiente la víctima de la fiesta de la pascua. (Exodo 34, 25)

  • "Di a los israelitas: Si alguien peca involuntariamente contra alguno de los mandamientos del Señor haciendo lo que está prohibido, se hará lo siguiente: (Levítico 4, 2)

  • La carne del sacrificio de reconciliación ofrecido en acción de gracias deberá comerse el día mismo en que se ofrece, sin dejar nada para el día siguiente". (Levítico 7, 15)

  • "Si la víctima es ofrecida en cumplimiento de un voto o como ofrenda voluntaria, se comerá también el mismo día; pero las sobras podrán comerse al día siguiente. (Levítico 7, 16)

  • Comeréis la víctima el mismo día del sacrificio o al día siguiente, y lo que quede para el tercer día será quemado. (Levítico 19, 6)


“O sábio elogia a mulher forte dizendo: os seu dedos manejaram o fuso. A roca é o alvo dos seus desejos. Fie, portanto, cada dia um pouco. Puxe fio a fio até a execução e, infalivelmente, você chegará ao fim. Mas não tenha pressa, pois senão você poderá misturar o fio com os nós e embaraçar tudo.” São Padre Pio de Pietrelcina