Encontrados 20 resultados para: siguiendo

  • Cada vez que Moisés se dirigía a la tienda, todo el pueblo se levantaba y se quedaba de pie a la entrada de su tienda, siguiendo con la vista a Moisés hasta que éste entraba en la tienda. (Exodo 33, 8)

  • Si guardáis y ponéis por obra todos los mandamientos que yo os doy, amando a vuestro Dios y siguiendo siempre sus caminos sin apartaros de él, (Deuteronomio 11, 22)

  • a condición, desde luego, que guardes y pongas por obra todos estos mandamientos que yo te doy hoy, amando a tu Dios y siguiendo sus caminos-, entonces, a aquellas tres ciudades añadirás otras tres más. (Deuteronomio 19, 9)

  • Siguiendo las órdenes de Moisés, Hebrón fue dado a Caleb, que echó de allí a los tres hijos de Anac. (Jueces 1, 20)

  • Y Salomón, aunque amaba al Señor, siguiendo las normas de su padre, David, sacrificaba él mismo y quemaba incienso en las colinas. (I Reyes 3, 3)

  • por causa de los pecados que había cometido haciendo lo que es malo a los ojos del Señor y siguiendo los caminos de Jeroboán y sus pecados, con los que había hecho pecar a Israel. (I Reyes 16, 19)

  • Siguiendo sus consejos, fue con Jorán, hijo de Ajab, rey de Israel, a luchar contra Jazael, rey de Siria, a Ramot de Galaad, donde cayó herido Jorán, (II Crónicas 22, 5)

  • reunieron a sus hermanos, se purificaron y, siguiendo la orden del rey y las palabras del Señor, entraron a purificar el templo. (II Crónicas 29, 15)

  • Igualmente, todos los jefes de los sacerdotes y del pueblo multiplicaron las infidelidades, siguiendo las prácticas abominables de las naciones y profanando el templo que el Señor se había consagrado en Jerusalén. (II Crónicas 36, 14)

  • Pero Heliodoro, siguiendo las órdenes reales, sostenía que todos aquellos tesoros debían ir a manos del rey. (II Macabeos 3, 13)

  • Estoy seguro de que él, siguiendo mis órdenes, usará con vosotros de moderación y humanidad". (II Macabeos 9, 27)

  • Todos nosotros, como ovejas, andábamos errantes; cada cual siguiendo su propio camino. Y el Señor ha hecho recaer sobre él la perversidad de todos nosotros. (Isaías 53, 6)


“Para consolar uma alma na sua dor, mostre-lhe todo o bem que ela ainda pode fazer.” São Padre Pio de Pietrelcina