Encontrados 366 resultados para: siete

  • "El primer día de cada mes ofreceréis como holocausto al Señor dos novillos, un carnero y siete corderos de un año, sin defecto; (Números 28, 11)

  • y el día quince de este mes es día de fiesta. Durante siete días se comerá pan sin levadura. (Números 28, 17)

  • Ofreceréis al Señor en holocausto dos novillos, un carnero y siete corderos de un año, sin defecto, (Números 28, 19)

  • Lo haréis diariamente durante siete días. Es un alimento, un sacrificio de olor agradable quemado en honor del Señor, además del holocausto diario y su correspondiente ofrenda de vino. (Números 28, 24)

  • Presentaréis al Señor un holocausto de olor agradable, dos novillos, un carnero y siete corderos de un año, (Números 28, 27)

  • Presentaréis al Señor un holocausto de olor agradable: un novillo, un carnero y siete corderos de un año, sin defecto, (Números 29, 2)

  • Ofreceréis un holocausto de olor agradable al Señor: un novillo, un carnero y siete corderos de un año, sin defecto, (Números 29, 8)

  • El día quince del séptimo mes tendréis asamblea santa y no haréis en él ningún trabajo. Celebraréis fiesta en honor del Señor durante siete días. (Números 29, 12)

  • El séptimo día ofreceréis siete novillos, dos carneros y catorce corderos de un año, sin defecto, (Números 29, 32)

  • Ofreceréis en holocausto de olor agradable al Señor un novillo, un carnero y siete corderos de un año, sin defecto, (Números 29, 36)

  • Vosotros, permaneced durante siete días fuera del campamento, y el que entre vosotros o vuestros prisioneros haya matado a alguien o haya tocado un cadáver, purifíquese el tercero y séptimo día. (Números 31, 19)

  • Cuando el Señor, tu Dios, te haya introducido en la tierra que vas a poseer, pueblos numerosos caerán ante ti: los hititas, los guirgaseos, los amorreos, los cananeos, los fereceos, los heveos y los jebuseos, siete pueblos más poderosos y más potentes que tú. (Deuteronomio 7, 1)


“O Senhor sempre orienta e chama; mas não se quer segui-lo e responder-lhe, pois só se vê os próprios interesses. Às vezes, pelo fato de se ouvir sempre a Sua voz, ninguém mais se apercebe dela; mas o Senhor ilumina e chama. São os homens que se colocam na posição de não conseguir mais escutar.” São Padre Pio de Pietrelcina