Encontrados 256 resultados para: servicio en el tabernáculo

  • desde los treinta a los cincuenta años, aptos para hacer su servicio en la tienda de la reunión, (Números 4, 47)

  • Este censo se hizo por orden del Señor y bajo la dirección de Moisés, asignando a la vez a cada uno el respectivo servicio y cargo, tal y como el Señor había ordenado a Moisés. (Números 4, 49)

  • "Tómalos de su mano y destínalos al servicio de la tienda de la reunión; se los darás a los hijos de Leví para que los usen, cada uno según sus funciones". (Números 7, 5)

  • No dio ninguno a los hijos de Quehat, porque éstos estaban al servicio de las cosas santas y debían llevarlas sobre los hombros. (Números 7, 9)

  • Aarón, en nombre de los israelitas, ofrecerá los levitas al Señor haciendo el rito de presentación, para que entren al servicio del Señor. (Números 8, 11)

  • y los he puesto a las órdenes de Aarón y sus hijos, como personas donadas a ellos de entre los israelitas, para que hagan el servicio de los israelitas en la tienda de la reunión, y hagan sobre ellos el rito de absolución y no sean castigados por acercarse al santuario". (Números 8, 19)

  • Los levitas fueron entonces admitidos en el servicio de la tienda de la reunión en presencia de Aarón y sus hijos. Se hizo con los levitas tal y como el Señor había ordenado a Moisés. (Números 8, 22)

  • "Los levitas, a partir de los veinticinco años, entrarán a prestar su servicio en la tienda de la reunión. (Números 8, 24)

  • ayudarán a sus hermanos en la guarda de la tienda de la reunión, pero no prestarán su servicio. Así has de proceder en lo que se refiere a los servicios de los levitas". (Números 8, 26)

  • Cuando la nube permanecía posada sobre la tienda muchos días, los israelitas rendían su servicio al Señor y no levantaban el campamento; (Números 9, 19)

  • A la orden del Señor acampaban, y a la orden del Señor partían. Y rendían su servicio al Señor, conforme el Señor había ordenado a Moisés. (Números 9, 23)

  • ¿os parece poco que el Dios de Israel os haya separado del resto del pueblo para teneros a su lado y hacer el servicio en la tienda del Señor, y os haya escogido entre la comunidad como ministros suyos? (Números 16, 9)


“Não queremos aceitar o fato de que o sofrimento é necessário para nossa alma e de que a cruz deve ser o nosso pão cotidiano. Assim como o corpo precisa ser nutrido, também a alma precisa da cruz, dia a dia, para purificá-la e desapegá-la das coisas terrenas. Não queremos entender que Deus não quer e não pode salvar-nos nem santificar-nos sem a cruz. Quanto mais Ele chama uma alma a Si, mais a santifica por meio da cruz.” São Padre Pio de Pietrelcina