Encontrados 256 resultados para: servicio en el tabernáculo

  • y Fineés, hijo de Eleazar, hijo de Aarón, estaba a su servicio. Ellos preguntaron: "¿Saldremos otra vez a luchar contra nuestros hermanos de Benjamín, o nos damos por vencidos?". El Señor contestó: "Id, porque mañana los entregaré en vuestras manos". (Jueces 20, 28)

  • Elcaná volvió a su casa, a Ramá, y el niño quedó al servicio del Señor con el sacerdote Elí. (I Samuel 2, 11)

  • El joven Samuel estaba al servicio del Señor, vestido con un efod de lino. (I Samuel 2, 18)

  • Elí era ya muy anciano. Se enteró de todo lo que hacían sus hijos a todo Israel y que se acostaban con las mujeres que estaban al servicio de la entrada de la tienda de la reunión, (I Samuel 2, 22)

  • El joven Samuel estaba al servicio del Señor con Elí. En aquel tiempo era raro oír la palabra de Dios, y las visiones no eran frecuentes. (I Samuel 3, 1)

  • Se adueñará de vuestros criados y criadas, de vuestros mejores bueyes y asnos para emplearlos en su servicio. (I Samuel 8, 16)

  • Da una orden, y tus siervos, que están a tu servicio, buscarán a un hombre que sepa tocar la cítara; cuando venga sobre ti el espíritu maligno, tocará con su mano, y tú mejorarás". (I Samuel 16, 16)

  • David se presentó a Saúl y se puso a su servicio. Saúl le tomó mucho cariño y le hizo su escudero. (I Samuel 16, 21)

  • Saúl mandó decir a Jesé: "Te suplico que David se quede a mi servicio, porque me agrada mucho". (I Samuel 16, 22)

  • Jonatán llamó a David y le refirió todo esto. Después le llevó ante Saúl, y David estuvo a su servicio como antes. (I Samuel 19, 7)

  • David dijo a Aquís: "¿Pero qué he hecho yo y qué has notado en tu siervo desde el día en que entré a tu servicio hasta hoy, para que no pueda yo ir a combatir a los enemigos de mi señor, el rey?". (I Samuel 29, 8)

  • Meribaal tenía un hijo pequeño que se llamaba Micá. Todos los que vivían en casa de Sibá estaban al servicio de Meribaal. (II Samuel 9, 12)


“Viva feliz. Sirva ao Senhor alegremente e com o espírito despreocupado.” São Padre Pio de Pietrelcina