Encontrados 587 resultados para: reino de los cielos

  • Entregará en tu mano sus leyes y harás desaparecer sus nombres de debajo de los cielos; los destruirás, ninguno podrá resistir delante de ti. (Deuteronomio 7, 24)

  • Mira; del Señor, tu Dios, son los cielos, aun los más altos, la tierra y todo lo que hay en ella. (Deuteronomio 10, 14)

  • pues la ira del Señor se encendería contra vosotros, cerraría los cielos y no habría más lluvia; la tierra no daría sus frutos y vosotros pereceríais bien pronto en esa buena tierra que el Señor os da. (Deuteronomio 11, 17)

  • para que viváis largos días, vosotros y vuestros hijos, en la tierra que el Señor juró dar a vuestros padres; tan largos como los días de los cielos sobre la tierra. (Deuteronomio 11, 21)

  • adorando a otros dioses para darles culto y postrándose ante ellos, ante el sol, la luna o cualquier otro astro del ejército de los cielos, cosa que yo he prohibido, (Deuteronomio 17, 3)

  • Mira desde tu santa morada, desde los cielos, y bendice a tu pueblo y a la tierra que nos has dado, como habías jurado a nuestros padres, tierra que mana leche y miel. (Deuteronomio 26, 15)

  • El Señor abrirá para ti su maravilloso tesoro, los cielos, para dar a su tiempo la lluvia a tu tierra y bendecir las obras de tus manos. Prestarás a muchas gentes y de nadie tomarás prestado. (Deuteronomio 28, 12)

  • el Señor no le perdonará, sino que la ira y la indignación del Señor se encenderán contra él, y todas las maldiciones escritas en este libro caerán sobre él hasta borrar su nombre de debajo de los cielos. (Deuteronomio 29, 19)

  • No está en los cielos, para que digas: ¿Quién subirá por nosotros a los cielos a buscarla para que nos la dé a conocer y la pongamos en práctica? (Deuteronomio 30, 12)

  • "Escuchad, cielos, que voy a hablar. Oye, tierra, las palabras de mi boca. (Deuteronomio 32, 1)

  • No hay igual al Dios de Jesurún; cabalga sobre los cielos para venir en tu ayuda y avanza majestuoso sobre las nubes. (Deuteronomio 33, 26)

  • Al oírlo nos hemos descorazonado ante vosotros, porque el Señor, vuestro Dios, es Dios tanto arriba en los cielos como abajo en la tierra. (Josué 2, 11)


“Por que a tentação passada deixa na alma uma certa perturbação? perguntou um penitente a Padre Pio. Ele respondeu: “Você já presenciou um tremor de terra? Quando tudo estremece a sua volta, você também é sacudido; no entanto, não necessariamente fica enterrado nos destroços!” São Padre Pio de Pietrelcina