Encontrados 14 resultados para: rapiña

  • El ave de rapiña no conoce el camino ni el ojo del buitre lo divisa; (Job 28, 7)

  • No esperéis nada de la violencia, no os hagáis ilusión con la rapiña; si llegáis a ser ricos, no pongáis vuestro corazón en las riquezas. (Salmos 62, 11)

  • Tal es el destino del que practica la rapiña; su propia avaricia lo mata. (Proverbios 1, 19)

  • La rapiña de los delincuentes les hace caer en la red, porque se niegan a practicar la justicia. (Proverbios 21, 7)

  • No deja escapar al malvado con su rapiña, ni frustra la paciencia del justo. (Eclesiástico 16, 13)

  • Todos juntos serán abandonados a las aves rapaces de los montes y a las fieras de la tierra. Allí pasarán el verano las aves de rapiña y las fieras del invierno. (Isaías 18, 6)

  • Pues yo, el Señor, amo la justicia y odio la rapiña y el crimen. Fielmente les daré su recompensa y haré con ellos un pacto eterno. (Isaías 61, 8)

  • Como una jaula llena de pájaros, así están sus casas llenas de rapiña; así se han hecho grandes y ricos, (Jeremías 5, 27)

  • Pues desde el más chico hasta el mayor, todos están llenos de rapiña; desde el profeta al sacerdote, todos practican la estafa. (Jeremías 6, 13)

  • Por eso daré a otros sus mujeres, sus campos a nuevos propietarios, porque desde el más chico al más grande todos están llenos de rapiña; desde el profeta al sacerdote, todos practican el engaño. (Jeremías 8, 10)

  • Sobre los montes de Israel caerás juntamente con tus huestes y los pueblos que te acompañan, porque te he destinado como pasto a toda clase de aves de rapiña y a las fieras salvajes. (Ezequiel 39, 4)

  • Esto dice el Señor Dios: ¡Ya tenéis bastante, príncipes de Israel! Desistid de la violencia y la rapiña, practicad el derecho y la justicia, quitad las confiscaciones de mi pueblo, dice el Señor Dios. (Ezequiel 45, 9)


“Resigna-te a ser neste momento uma pequena abelha. E enquanto esperas ser uma grande abelha, ágil, hábil, capaz de fabricar bom mel, humilha-te com muito amor perante Deus e os homens, pois Deus fala aos que se mantêm diante dele humildemente”. São Padre Pio de Pietrelcina