Encontrados 5665 resultados para: pueblo de Dios

  • Abrahán dijo a Dios: "¡Me conformo con que conserves vivo a Ismael!". (Génesis 17, 18)

  • Y Dios le dijo: "Ciertamente Sara, tu mujer, te dará un hijo, y tú le llamarás Isaac. Yo estableceré con él mi pacto, como un pacto perpetuo para su descendencia después de él. (Génesis 17, 19)

  • En cuanto a Ismael, también te he escuchado. Yo le bendigo: Le haré fecundo y le multiplicaré inmensamente, engendrará doce príncipes, y yo haré de él un gran pueblo. (Génesis 17, 20)

  • Cuando Dios terminó de hablar con Abrahán, se marchó. (Génesis 17, 22)

  • Abrahán tomó a Ismael, su hijo; a todos los esclavos nacidos en su casa, a los comprados con su dinero; a todos los varones que había en su casa, y aquel mismo día circuncidó la carne de su prepucio, como Dios le había ordenado. (Génesis 17, 23)

  • cuando ha de convertirse en un pueblo grande y fuerte y cuando en él serán bendecidas todas las naciones de la tierra? (Génesis 18, 18)

  • Abrahán replicó: "Soy en verdad muy atrevido insistiendo ante mi Dios, yo, que soy polvo y ceniza. (Génesis 18, 27)

  • No se habían acostado todavía, cuando los hombres de la ciudad, los sodomitas, jóvenes y ancianos, todo el pueblo sin excepción, cercaron la casa. (Génesis 19, 4)

  • Cuando Dios destruyó las ciudades de la llanura, se acordó de Abrahán y salvó a Lot de la catástrofe, mientras destruía las ciudades donde éste había vivido. (Génesis 19, 29)

  • Pero Dios visitó a Abimelec en sueños, de noche, y le dijo: "Vas a morir a causa de la mujer que has tomado, porque es una mujer casada". (Génesis 20, 3)

  • Dios le respondió: "Sí, sé que has hecho esto con buena conciencia; por eso te he impedido pecar contra mí y no te he dejado tocarla. (Génesis 20, 6)

  • Abrahán respondió: "Yo me dije: Seguramente no hay temor de Dios en esta tierra y me matarán a causa de mi mujer. (Génesis 20, 11)


“A natureza humana também quer a sua parte. Até Maria, Mãe de Jesus, que sabia que por meio de Sua morte a humanidade seria redimida, chorou e sofreu – e como sofreu!” São Padre Pio de Pietrelcina