Encontrados 96 resultados para: propio

  • Roboán envió a Adorán, el intendente de las prestaciones personales; pero los israelitas le mataron a pedradas. Y el propio Roboán tuvo que apresurarse a subir a su carro y huir a Jerusalén. (I Reyes 12, 18)

  • Entonces tomaron cada uno su propio manto, los tendieron a sus pies sobre los desnudos escalones, y al son de las trompetas gritaron: "¡Jehú es rey!". (II Reyes 9, 13)

  • Entonces Jorán ordenó: "¡Engancha!". Le engancharon el carro, y Jorán, rey de Israel, y Ocozías, rey de Judá, salieron cada uno en su propio carro al encuentro de Jehú. Se encontraron con él en la heredad de Nabot, el Yezraelita. (II Reyes 9, 21)

  • Pero no mató a los hijos de los asesinos, conforme a lo escrito en el libro de la ley de Moisés: "Los padres no morirán por la culpa de los hijos, ni los hijos por culpa de los padres, sino que cada uno morirá por su propio pecado". (II Reyes 14, 6)

  • Bendito sea el Señor, tu Dios, que se ha complacido en ti y te ha puesto sobre su propio trono para reinar en nombre del Señor Dios. Porque tu Dios ama a Israel y quiere mantenerlo eternamente, por eso te ha constituido rey sobre su pueblo, para que administres el derecho y la justicia". (II Crónicas 9, 8)

  • Jeroboán había instituido su propio sacerdocio para las colinas, los sátiros y los becerros que había mandado fundir. (II Crónicas 11, 15)

  • pero no mató a los hijos de los asesinos, conforme lo escrito en el libro de la ley de Moisés: "Los padres no morirán por la culpa de los hijos, ni los hijos por la culpa de los padres, sino que cada uno morirá por su propio pecado". (II Crónicas 25, 4)

  • Josías, de su propio ganado, dio a los presentes, para celebrar la pascua, 30.000 corderos y cabritos y 3.000 toros. (II Crónicas 35, 7)

  • Además, los utensilios de oro y plata del templo de Dios, que Nabucodonosor sacó del templo de Jerusalén y se llevó a Babilonia, serán restituidos, devueltos al templo de Jerusalén y colocados en su sitio propio en el templo de Dios. (Esdras 6, 5)

  • El pueblo salió. Trajeron ramos y se hicieron cabañas cada uno en su propio terrado, en sus patios, en los atrios del templo de Dios, en la plaza de la puerta del Agua y en la plaza de la puerta de Efraín. (Nehemías 8, 16)

  • Se acortarán sus pasos firmes, su propio plan le hará caer; (Job 18, 7)

  • Nadie puede rescatarse a sí mismo ni pagar a Dios por su propio rescate. (Salmos 49, 8)


“Que Jesus o mergulhe no esplendor da Sua imortal juventude.” São Padre Pio de Pietrelcina