Encontrados 5017 resultados para: preparación para la guerra
Y fueron soltados los cuatro ángeles que estaban dispuestos para la hora, el día, el mes y el año, a fin de exterminar a la tercera parte de los hombres. (Apocalipsis 9, 15)
Porque el poder de los caballos está en sus bocas y en sus colas; sus colas, parecidas a las serpientes, tienen cabezas, de las que se sirven para dañar. (Apocalipsis 9, 19)
Ellos tienen poder para cerrar el cielo con el fin de que no llueva durante los días de su predicación; tienen asimismo poder sobre las aguas para cambiarlas en sangre, y poder para herir a la tierra con toda clase de plagas todas las veces que quieran. (Apocalipsis 11, 6)
Cuando hayan acabado de dar su testimonio, la bestia que sube del abismo les hará la guerra, los vencerá y los matará. (Apocalipsis 11, 7)
su cola arrastraba la tercera parte de las estrellas del cielo y las lanzó sobre la tierra. El dragón se puso delante de la mujer en trance de dar a luz, para devorar al hijo tan pronto como le diera a luz. (Apocalipsis 12, 4)
Y la mujer huyó al desierto, donde tiene un lugar preparado por Dios, para ser alimentada allí durante mil doscientos sesenta días. (Apocalipsis 12, 6)
pero no pudieron vencer, y ya no hubo lugar para ellos en el cielo. (Apocalipsis 12, 8)
Pero dieron a la mujer dos alas de águila real para volar al desierto, el lugar donde es alimentada por un tiempo, dos tiempos y medio tiempo lejos de la vista de la serpiente. (Apocalipsis 12, 14)
La serpiente arrojó de su boca como un río de agua detrás de la mujer para que el río se la llevase. (Apocalipsis 12, 15)
El dragón se irritó contra la mujer, y se fue a hacer la guerra al resto de su descendencia, a los que guardan los mandamientos de Dios y son fieles testigos de Jesús. (Apocalipsis 12, 17)
Le dieron una boca que profería palabras arrogantes y blasfemias, y poder para hacerlo durante cuarenta y dos meses. (Apocalipsis 13, 5)
Abrió su boca para blasfemar contra Dios, contra su nombre, contra su santuario y contra los que habitan en el cielo. (Apocalipsis 13, 6)