Encontrados 5017 resultados para: preparación para la guerra
"Estos hombres son gente de paz; que se queden a vivir con nosotros en el país y que se muevan en él con plena libertad, pues hay por todas partes espacio suficiente para ellos. Nosotros tomaremos a sus hijas por mujeres y a ellos les daremos las nuestras. (Génesis 34, 21)
Pero estos hombres se avienen a vivir con nosotros, para formar un solo pueblo, con la condición de que todos nuestros varones se circunciden como lo están ellos. (Génesis 34, 22)
Partieron de Betel y, cuando quedaba un buen trecho de camino para llegar a Éfrata, Raquel se puso de parto, un parto muy penoso. (Génesis 35, 16)
porque tenían muchos bienes y no podían estar juntos; la tierra en que habitaban no era suficiente para ellos, porque tenían muchos ganados. (Génesis 36, 7)
Al verlo venir desde lejos, antes de que llegara hasta ellos, conspiraron contra él para darle muerte. (Génesis 37, 18)
Y añadió: "No derraméis sangre; echadlo a esa cisterna solitaria, pero no pongáis las manos en él". Era para librarlo de sus manos y devolverlo luego a su padre. (Génesis 37, 22)
Judá tomó una mujer para su primogénito, Er. Se llamaba Tamar. (Génesis 38, 6)
Onán sabía que los hijos no serían suyos, y cada vez que se unía a la viuda de su hermano derramaba en tierra el semen para no dar hijos a su hermano. (Génesis 38, 9)
Judá mandó el cabrito por medio de su amigo el adulamita, para recoger las prendas de mano de la mujer, pero éste no la encontró. (Génesis 38, 20)
Judá repuso: "Que se quede con ello, para que no se burle de nosotros. Yo le he mandado el cabrito y tú no la has encontrado". (Génesis 38, 23)
Y por más que ella insistía todos los días, José no consintió en acostarse con ella para entregarse a ella. (Génesis 39, 10)
Un día entró José en la casa para sus quehaceres, y no había entonces en la casa ningún criado. (Génesis 39, 11)