Encontrados 37 resultados para: perfumes

  • Al sentirse poderoso, se llenó de soberbia, lo que fue su perdición. Fue infiel al Señor y entró en el templo a ofrecer incienso sobre el altar de los perfumes. (II Crónicas 26, 16)

  • Ozías, todavía con el incensario en su mano para quemar el incienso, montó en cólera contra los sacerdotes y, al instante, brotó la lepra en su frente en presencia de los sacerdotes en el templo del Señor, junto al altar de los perfumes. (II Crónicas 26, 19)

  • Ella se quitó sus vestidos de viuda para salvar a los afligidos de Israel. Untó su rostro con perfumes, (Judit 16, 7)

  • Se despojó de sus vestiduras reales y se puso vestidos de llanto y de duelo; en vez de olorosos perfumes, cubrió su cabeza de polvo y ceniza, mortificó duramente su cuerpo con ayunos y ocultó la espléndida belleza de su cuerpo con sus cabellos en desorden. (Ester 14, 2)

  • hicieron nuevos vasos sagrados, llevaron al templo el candelabro, el altar de los perfumes y la mesa. (I Macabeos 4, 49)

  • Estará en la miseria el que ama el placer, el que ama el vino y los perfumes no se enriquecerá. (Proverbios 21, 17)

  • Más dulces que el vino tus amores son, suave es el olor de tus perfumes. Tu nombre es un perfume refinado; por eso las jóvenes se enamoran de ti. (Cantar 1, 3)

  • Coro: ¿Qué es eso que sube del desierto como columna de humo, perfume de mirra y de incienso y de todo aroma de perfumes? (Cantar 3, 6)

  • ¡Qué delicioso es tu amor, hermana mía, novia mía, qué delicioso tu amor, más que el vino! ¡Y el olor de tus perfumes más que todos los aromas! (Cantar 4, 10)

  • Eras de bálsamo sus mejillas, macizos de perfumes. Sus labios son lirios que destilan mirra virgen. (Cantar 5, 13)

  • Llenémonos de vinos exquisitos y perfumes, y no dejemos pasar ni una flor de la primavera. (Sabiduría 2, 7)

  • El recuerdo de Josías es como una mezcla de perfumes preparada por un perfumista. En toda boca es dulce como la miel, y como música en medio de un banquete. (Eclesiástico 49, 1)


“Se você fala das próprias virtudes para se exibir ou para vã ostentação perde todo o mérito.” São Padre Pio de Pietrelcina