Encontrados 101 resultados para: otras

  • Y a todos los supervivientes, dondequiera que vivan, ayúdeles la población del lugar en que residen, proporcionándoles plata, oro, bienes, ganado, así como otras ofrendas voluntarias para el templo del Señor que está en Jerusalén". (Esdras 1, 4)

  • Y todos sus vecinos les proporcionaron toda clase de recursos: plata, oro, bienes, ganado, objetos preciosos, además de otras ofrendas voluntarias. (Esdras 1, 6)

  • treinta copas de oro y cuatrocientas diez de plata y mil utensilios de otras clases. (Esdras 1, 10)

  • y el resto de la población que el grande e ilustre Asurbanipal deportó y estableció en las ciudades de Samaría y en las otras regiones de allende el río...". (Esdras 4, 10)

  • En pie, y cada uno en su sitio, leyeron en el libro de la ley del Señor, su Dios, durante tres horas; y durante otras tres horas confesaron sus pecados y adoraron al Señor, su Dios. (Nehemías 9, 3)

  • Holofernes replicó: "Si se te acaban tus provisiones, ¿cómo nos arreglaremos para procurarte otras, pues no hay entre nosotros nadie de tu raza?". (Judit 12, 3)

  • El rey dijo a Ester: "Sólo en Susa los judíos han matado a quinientos hombres y a los diez hijos de Amán; ¿qué habrán hecho en las otras provincias? Dime ahora qué quieres y te lo daré, dime qué más deseas y se hará". (Ester 9, 12)

  • Pero en tu corazón guardabas otras cosas, bien sé que te reservabas esto. (Job 10, 13)

  • Les dio las tierras de otras gentes y se posesionaron de las haciendas de otros pueblos (Salmos 105, 44)

  • Temió entonces no tener -ya le había sucedido otras veces- para los gastos y regalos que antes repartía generosamente, superando a los reyes anteriores. (I Macabeos 3, 30)

  • instalar en todo su territorio gentes de otras naciones y repartirles por sorteo la tierra. (I Macabeos 3, 36)

  • Entonces Judas se volvió para saquear el campamento, y los soldados se apoderaron de mucho oro, plata, telas de jacinto y púrpura marina y otras muchas riquezas. (I Macabeos 4, 23)


“É difícil tornar-se santo. Difícil, mas não impossível. A estrada da perfeição é longa, tão longa quanto a vida de cada um. O consolo é o repouso no decorrer do caminho. Mas, apenas restauradas as forças, é necessário levantar-se rapidamente e retomar a viagem!” São Padre Pio de Pietrelcina