Encontrados 542 resultados para: nuestro
a Timoteo, mi hijo querido: Te deseo la gracia, la misericordia y la paz de Dios Padre y de Cristo Jesús, Señor nuestro. (II Timoteo 1, 2)
Así pues, no te avergüences de dar testimonio de nuestro Señor, ni de mí, su prisionero. Al contrario, soporta conmigo los sufrimientos por el evangelio, con la ayuda del poder de Dios, (II Timoteo 1, 8)
y que ahora se ha manifestado con la aparición de nuestro Señor, Cristo Jesús, que destruyó la muerte y ha hecho brillar la vida y la inmortalidad por el evangelio, (II Timoteo 1, 10)
y ahora, a su debido tiempo, ha manifestado su palabra mediante la predicación que me ha sido confiada por disposición de Dios, nuestro Salvador: (Tito 1, 3)
a Tito, mi verdadero hijo en nuestra fe común, te deseo la gracia y la paz de Dios Padre y de Cristo Jesús, nuestro Salvador. (Tito 1, 4)
ni les engañen; por el contrario, que sean modelo de fidelidad perfecta, para hacer honor en todo a la doctrina de Dios, nuestro Salvador. (Tito 2, 10)
mientras aguardamos el feliz cumplimiento de lo que se nos ha prometido y la manifestación gloriosa del gran Dios y Salvador nuestro Jesucristo, (Tito 2, 13)
Pero Dios, nuestro Salvador, al manifestar su bondad y su amor por los hombres, (Tito 3, 4)
que derramó abundantemente sobre nosotros por Jesucristo, nuestro Salvador, (Tito 3, 6)
Pablo, preso por Cristo Jesús, y el hermano Timoteo, a Filemón, amigo querido y colaborador nuestro; (Filemon 1, 1)
a la hermana Apia, a Arquipo, nuestro compañero de fatigas, y a la Iglesia que se reúne en su casa: (Filemon 1, 2)
donde, como precursor nuestro, entró Jesús, convertido en sumo sacerdote para siempre a la manera de Melquisedec. (Hebreos 6, 20)
