Encontrados 172 resultados para: mucho

  • como dice la Escritura: Al que tenía mucho no le sobraba y al que tenía poco no le faltaba. (II Corintios 8, 15)

  • Os envío con ellos a uno de nuestros hermanos, cuya entrega he podido comprobar muchas veces y en diversas ocasiones, y mucho más ahora, por la gran confianza que tiene en vosotros. (II Corintios 8, 22)

  • Ellos pedirán por vosotros con mucho cariño por tantas gracias como Dios os ha dado. (II Corintios 9, 14)

  • Vosotros, tan sensatos, soportáis con mucho gusto a los insensatos. (II Corintios 11, 19)

  • ¿Son ministros de Cristo? Voy a decir una locura: yo mucho más que ellos. Más en trabajos, más en prisiones; en palizas, inmensamente más; en peligros de muerte, muchas veces. (II Corintios 11, 23)

  • Mucho me temo que todo lo que he trabajado entre vosotros haya sido inútil. (Gálatas 4, 11)

  • Hermanos, si un hombre es sorprendido en alguna falta, vosotros, hombres de espíritu, corregidle con amabilidad. Ten mucho cuidado, pues tú también puedes ser puesto a prueba. (Gálatas 6, 1)

  • Por tanto, queridos hermanos, como siempre habéis obedecido, no sólo durante mi presencia, sino también y mucho más mientras estuve ausente, trabajad por vuestra salvación con profundo acatamiento (Filipenses 2, 12)

  • Y a ti, leal compañero, te ruego que prestes tu ayuda a éstas, que han trabajado mucho en el evangelio conmigo y con Clemente y demás colaboradores míos, cuyos nombres están en el libro de la vida. (Filipenses 4, 3)

  • Soy testigo de lo mucho que se preocupa por vosotros, por los de Laodicea y por los de Hierápolis. (Colosenses 4, 13)

  • Alejandro, el herrero, me ha hecho mucho daño; el Señor le dará su merecido. (II Timoteo 4, 14)

  • Mientras sigue en vigor la promesa de entrar en su descanso, hay que tener mucho cuidado, no sea que alguno de vosotros no lo consiga. (Hebreos 4, 1)


“O sábio elogia a mulher forte dizendo: os seu dedos manejaram o fuso. A roca é o alvo dos seus desejos. Fie, portanto, cada dia um pouco. Puxe fio a fio até a execução e, infalivelmente, você chegará ao fim. Mas não tenha pressa, pois senão você poderá misturar o fio com os nós e embaraçar tudo.” São Padre Pio de Pietrelcina