Encontrados 80 resultados para: menos

  • Como una cuarta son de largos mis días; ante ti mi vida es como nada, menos que un soplo son todos los humanos; (Salmos 39, 6)

  • Los hombres del pueblo son un soplo, la gente ilustre, una mentira; cuando se los pone en la balanza, todos juntos pesan menos que un soplo. (Salmos 62, 10)

  • Cuando vienen a menos y decaen a causa de la opresión, el infortunio o la desgracia, (Salmos 107, 39)

  • Lisias, al enterarse de esto, decidió partir rápidamente, y dijo al rey, a los generales del ejército y a los soldados: "Cada día venimos a menos, escasean los víveres, el lugar que sitiamos está fuertemente defendido, y tenemos la obligación de ocuparnos de los problemas del reino. (I Macabeos 6, 57)

  • Murieron ochenta mil; cuarenta mil cayeron asesinados, y no menos de los degollados fueron vendidos como esclavos. (II Macabeos 5, 14)

  • Y si no por ellos, que al menos los librara por la alianza hecha con sus padres y por el venerable y augusto nombre con que ellos lo invocaban. (II Macabeos 8, 15)

  • No menos de nueve mil hombres se refugiaron en dos torres fortísimas, con todo lo necesario para resistir un asedio prolongado. (II Macabeos 10, 18)

  • Judas marchó contra Carnión y contra el santuario de Atargates, y mató no menos de veinticinco mil hombres. (II Macabeos 12, 26)

  • Mientras combatían con las manos, con su corazón oraban a Dios; y así, magníficamente confortados con la presencia manifiesta de Dios, hicieron morder el polvo a no menos de treinta y cinco mil enemigos. (II Macabeos 15, 27)

  • Un lenguaje distinguido no cae bien al insensato, y menos aún una lengua mentirosa al noble. (Proverbios 17, 7)

  • No cuadra al necio vivir con lujo, menos aún a un esclavo gobernar a los príncipes. (Proverbios 19, 10)

  • Muchos reyes acabaron sentándose en el polvo, y el que menos se pensaba ciñó la corona. (Eclesiástico 11, 5)


“Você deve ter sempre prudência e amor. A prudência tem olhos; o amor tem pernas. O amor, como tem pernas, gostaria de correr a Deus. Mas seu impulso de deslanchar na direção dEle é cego e, algumas vezes, pode tropeçar se não for guiado pela prudência, que tem olhos.” São Padre Pio de Pietrelcina