Encontrados 74 resultados para: míos

  • Vosotros, hijos míos, tened valor y sed fuertes en la defensa de la ley, porque ella os cubrirá de gloria. (I Macabeos 2, 64)

  • En cuanto a los pormenores, ya he encargado a vuestros embajadores y a los míos que los discutan con vosotros. (II Macabeos 11, 20)

  • Escuchad, hijos míos, la instrucción de un padre y estad atentos a conocer la prudencia, (Proverbios 4, 1)

  • Por tanto, hijos míos, escuchadme: dichosos los que siguen mis caminos; (Proverbios 8, 32)

  • ¡Ay de estos hijos rebeldes! -dice el Señor-. Ejecutan proyectos que no son los míos; conciertan pactos, mas no según mi espíritu, de modo que acumulan pecado tras pecado. (Isaías 30, 1)

  • Y todo ello me granjeará renombre, gozo, alabanza y gloria entre las naciones de la tierra que, al conocer todo el bien que yo he hecho a los míos, quedarán maravillados y admirados por todos los bienes, por toda la prosperidad que yo les concederé". (Jeremías 33, 9)

  • Ánimo, hijos míos, aclamad al Señor; él os librará de la tiranía, de las manos de vuestros enemigos. (Baruc 4, 21)

  • Ánimo, hijos míos, clamad a Dios, pues el que os ha castigado se acordará de vosotros; (Baruc 4, 27)

  • Diles: Esto dice el Señor Dios: Aquí estoy contra ti, Faraón, rey de Egipto, cocodrilo gigante, recostado en medio de tus ríos, tú que has dicho: Mis Nilos son míos, yo me los he hecho. (Ezequiel 29, 3)

  • Por haber dicho: Las dos naciones, los dos países son míos; los poseeremos en herencia aunque esté allí el Señor, (Ezequiel 35, 10)

  • Él dijo: "¿Qué quieres?". Ella dijo: "Di que estos dos hijos míos se sienten uno a tu derecha y otro a tu izquierda en tu reino". (Mateo 20, 21)

  • Id, pues, y haced discípulos míos en todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, (Mateo 28, 19)


“Se quisermos colher é necessário não só semear, mas espalhar as sementes num bom campo. Quando as sementes se tornarem plantas, devemos cuidá-las para que as novas plantas não sejam sufocadas pelas ervas daninhas.” São Padre Pio de Pietrelcina