Encontrados 354 resultados para: jefes

  • Los jefes de Judá se han vuelto como los que desplazan los linderos, y sobre ellos derramaré a raudales mi furor. (Oseas 5, 10)

  • En el día de nuestro rey los jefes se aturdieron con el vapor del vino, y él tendió la mano a los criminales. (Oseas 7, 5)

  • Han establecido reyes sin contar conmigo; han nombrado jefes sin mi aprobación. Con su plata y su oro se han hecho ídolos para su propia ruina. (Oseas 8, 4)

  • Toda su perversidad se manifestó en Guilgal; sí, allí les cobré odio. Por la crueldad de sus acciones, los echaré de mi casa; ya no he de amarlos más; todos sus jefes son rebeldes. (Oseas 9, 15)

  • Ay de los que ponen su seguridad en Sión y de los que confían en el monte de Samaría, los que se consideran los jefes del primero de los pueblos y a los cuales viene la casa de Israel. (Amós 6, 1)

  • Escuchad, jefes de Jacob, magistrados de la casa de Israel. ¿No es cosa vuestra conocer el derecho? (Miqueas 3, 1)

  • Escuchad esto, jefes de la casa de Jacob, y vosotros, jueces de la casa de Israel, que despreciáis la justicia y torcéis el derecho, (Miqueas 3, 9)

  • Él mismo será la paz. Cuando el asirio invada nuestra tierra y ponga el pie en nuestros palacios, enviaremos contra él siete pastores y ocho jefes del pueblo. (Miqueas 5, 4)

  • Sus jefes son, en medio de ella, como leones rugientes; sus jueces, como lobos nocturnos que no dejan nada para la mañana. (Sofonías 3, 3)

  • De Judá saldrá la piedra angular, la estaca de la tienda, el arco de guerra, de él saldrán todos los jefes. (Zacarías 10, 4)

  • Entonces los jefes de Judá se dirán: "Los habitantes de Jerusalén tienen su fuerza en el Señor todopoderoso, su Dios". (Zacarías 12, 5)

  • En aquel día yo haré de los jefes de Judá como una olla puesta sobre fuego de leña y como hachas encendidas en un manojo; ellos devorarán a derecha y a izquierda a todos los pueblos de alrededor, y Jerusalén será de nuevo habitada en su lugar. (Zacarías 12, 6)


“Não se desencoraje, pois, se na alma existe o contínuo esforço de melhorar, no final o Senhor a premia fazendo nela florir, de repente, todas as virtudes como num jardim florido.” São Padre Pio de Pietrelcina