Encontrados 354 resultados para: jefes

  • En cuanto los jefes de las tropas, que se habían dispersado por el campo con sus hombres, se enteraron de que el rey de Babilonia había puesto al frente del país a Godolías, hijo de Ajicán, y que le había encomendado hombres, mujeres y niños, así como los pobres del país que no habían sido deportados a Babilonia, (Jeremías 40, 7)

  • Juan, hijo de Carej, y todos los jefes de las tropas que andaban dispersos por el campo se presentaron a Godolías, en Mispá, (Jeremías 40, 13)

  • Al enterarse Juan, hijo de Carej, y todos los jefes de las tropas que lo acompañaban de la matanza cometida por Ismael, (Jeremías 41, 11)

  • Gime, Jesbón, pues ha sido devastada Ay; chillad, poblaciones de Rabat; vestíos de sayal, llorad, callejead por entre los escombros, porque Melcón es llevado al cautiverio junto con sus sacerdotes y sus jefes. (Jeremías 49, 3)

  • Pondré mi trono en Elán y extirparé de allí a sus reyes y a sus jefes -dice el Señor-. (Jeremías 49, 38)

  • ¡Espada contra los caldeos -dice el Señor-, contra los habitantes de Babilonia, contra sus jefes y sus sabios! (Jeremías 50, 35)

  • Ha desaparecido de Sión todo su esplendor; sus jefes parecían ciervos que no encuentran pasto: iban caminando sin fuerzas delante del perseguidor. (Lamentaciones 1, 6)

  • Después el espíritu me elevó y me llevó a la puerta oriental del templo del Señor, que da a levante; allí, en la entrada de la puerta, estaban veinticinco hombres, entre los cuales vi a Yazanías, hijo de Azur, y a Pelatías, hijo de Banayas, jefes del pueblo. (Ezequiel 11, 1)

  • El Señor me dijo: "Hijo de hombre, éstos son los jefes que proyectan crímenes y traman injusticias en esta ciudad; (Ezequiel 11, 2)

  • Los jefes de la ciudad son como lobos ávidos de presa; derraman sangre y matan a las personas para amasar más y más dinero. (Ezequiel 22, 27)

  • Allí están todos los jefes del norte y todos los sidonios, que descendieron con los muertos, a pesar del pánico que sembraban, confundidos a pesar de su prepotencia; yacen, incircuncisos, con los muertos a espada. Han cargado con su ignominia junto con los que bajan a la fosa. (Ezequiel 32, 30)

  • Todos los jefes del reino, prefectos y sátrapas, ministros y gobernadores, han llegado a la conclusión de que debe promulgarse el siguiente decreto real que tenga valor de ley: Todo el que en el espacio de treinta días dirija una oración a cualquier dios u hombre, fuera de ti, oh rey, será arrojado en el foso de los leones. (Daniel 6, 8)


“Dirás tu o mais belo dos credos quando houver noite em redor de ti, na hora do sacrifício, na dor, no supremo esforço duma vontade inquebrantável para o bem. Este credo é como um relâmpago que rasga a escuridão de teu espírito e no seu brilho te eleva a Deus”. São Padre Pio de Pietrelcina