Encontrados 52 resultados para: huyeron

  • Pero sucedió que, al cabo de tres años, dos criados de Semeí huyeron adonde Aquís, hijo de Maacá, rey de Gat. Cuando le dijeron a Semeí que sus criados estaban en Gat, (I Reyes 2, 39)

  • Los supervivientes huyeron a la ciudad de Afec; pero la muralla se desplomó sobre los siete mil hombres que quedaban. También Ben Hadad huyó a la ciudad, escondiéndose de estancia en estancia. (I Reyes 20, 30)

  • Jorán se abrió paso hasta Seír con todos sus carros. Los edomitas lo cercaron. Una noche él y sus capitanes de los carros de combate atacaron a los edomitas y los derrotaron, pero las tropas huyeron a la desbandada. (II Reyes 8, 21)

  • Y cuando estaba haciendo oración en el templo de su dios Nisroc, sus hijos Adremélec y Saréser lo mataron a espada y huyeron a Ararat. Le sucedió en el trono su hijo Asaradón. (II Reyes 19, 37)

  • Entonces se practicó una brecha en la ciudad, y todos los hombres de armas huyeron de noche por la puerta entre los dos muros que daban al jardín real, mientras los caldeos rodeaban la ciudad, y escaparon hacia la Arabá. (II Reyes 25, 4)

  • Entonces todo el pueblo, chicos y grandes, y los jefes de las milicias se levantaron y huyeron a Egipto, porque tenían miedo a los caldeos. (II Reyes 25, 26)

  • Los filisteos libraron la batalla contra Israel. Los israelitas huyeron ante los filisteos, y cayeron muertos en gran número en el monte Gelboé. (I Crónicas 10, 1)

  • Joab y su ejército se lanzaron al ataque contra los sirios, y éstos huyeron ante ellos. (I Crónicas 19, 14)

  • Los amonitas, al ver huir a los sirios, huyeron también ellos ante Abisay, el hermano de Joab, y entraron en la ciudad. Joab se volvió a Jerusalén. (I Crónicas 19, 15)

  • Éstos huyeron ante Israel y David les mató siete mil caballos de tiro y cuarenta mil hombres. Cayó también Sofac, el general. (I Crónicas 19, 18)

  • El Señor derrotó a los etíopes ante Asá y Judá. Los etíopes huyeron, (II Crónicas 14, 11)

  • No habían pasado cuarenta días, cuando el rey fue asesinado por sus dos hijos, quienes huyeron a las montañas de Ararat, sucediéndole en el reino Asaradón. Ajicar, hijo de mi hermano Anael, fue encargado de toda la contabilidad del reino, con autoridad también sobre la administración general. (Tobías 1, 21)


“O amor e o temor devem sempre andar juntos. O temor sem amor torna-se covardia. São Padre Pio de Pietrelcina