Encontrados 13 resultados para: gradas

  • Ni subirás por gradas a mi altar, para que no se descubra allí tu desnudez. (Exodo 20, 26)

  • El trono tenía seis gradas: la parte superior, el respaldo redondo, brazos a ambos lados del asiento, dos leones apostados junto a los brazos (I Reyes 10, 19)

  • y doce leones a ambos lados de las gradas. Nunca se había hecho cosa semejante en reino alguno. (I Reyes 10, 20)

  • tenía seis gradas, un cordero de oro en el respaldo, brazos a ambos lados del asiento, dos leones apostados junto a los brazos (II Crónicas 9, 18)

  • y doce leones a ambos lados de las gradas. Nunca se había hecho cosa semejante en reino alguno. (II Crónicas 9, 19)

  • Fue después al pórtico que mira hacia oriente, subió sus gradas y midió el umbral del pórtico: una vara de profundidad. (Ezequiel 40, 6)

  • Sus ventanas, su vestíbulo y sus palmeras tenían las mismas medidas que las del pórtico cuya fachada miraba a oriente. Se subía al pórtico por siete gradas, y su vestíbulo estaba situado hacia el interior. (Ezequiel 40, 22)

  • Se subía a él por siete gradas, y su vestíbulo estaba situado hacia el interior. Sus pilastras por ambos lados estaban diseñadas de palmeras. (Ezequiel 40, 26)

  • Su vestíbulo daba al atrio exterior, sus pilastras tenían palmeras diseñadas y se subía a él por ocho gradas. (Ezequiel 40, 31)

  • Su vestíbulo daba al atrio exterior. Sobre las pilastras de ambos lados había diseños de palmeras y se subía a él por ocho gradas. (Ezequiel 40, 34)

  • Su vestíbulo daba al atrio exterior; sobre las pilastras de ambos lados había diseños de palmeras y se subía a él por ocho gradas. (Ezequiel 40, 37)

  • El vestíbulo tenía diez metros de longitud y seis de anchura. Se subía a él por diez gradas. Y junto a las pilastras había columnas, una a cada lado. (Ezequiel 40, 49)


“Amar significa dar aos outros – especialmente a quem precisa e a quem sofre – o que de melhor temos em nós mesmos e de nós mesmos; e de dá-lo sorridentes e felizes, renunciando ao nosso egoísmo, à nossa alegria, ao nosso prazer e ao nosso orgulho”. São Padre Pio de Pietrelcina