Encontrados 869 resultados para: espada del Espíritu

  • Se quitó el manto que vestía y se lo dio a David, y su propia armadura, así como su espada, su arco y su cinturón. (I Samuel 18, 4)

  • Al día siguiente un espíritu maligno enviado por Dios asaltó a Saúl, que andaba como loco por la casa. David se puso a tocar la cítara, como otros días. Saúl tenía una lanza en su mano (I Samuel 18, 10)

  • Pero un espíritu maligno enviado por el Señor se apoderó de Saúl. Estaba sentado en su casa y tenía la lanza en su mano. David tocaba el arpa. (I Samuel 19, 9)

  • envió mensajeros para que lo apresasen. Ellos vieron la comunidad de profetas profetizando. Samuel estaba al frente de ellos. Entonces el espíritu del Señor se apoderó de los mensajeros y se pusieron también ellos a profetizar. (I Samuel 19, 20)

  • Desde allí fueron a Nayot de Ramá. Pero el espíritu del Señor se apoderó también de él y fue profetizando hasta su llegada a Nayot de Ramá. (I Samuel 19, 23)

  • David dijo a Ajimélec: "¿No tienes a mano una lanza o una espada? Porque yo no traigo conmigo ni la espada ni mis armas, pues la orden del rey era urgente". (I Samuel 21, 9)

  • El sacerdote respondió: "La espada de Goliat, el filisteo, a quien mataste en el valle del Terebinto; ahí está envuelta en un paño detrás del efod. Si quieres, puedes llevártela, porque aquí no hay más que ésa". David respondió: "Dámela; no hay otra como ella". (I Samuel 21, 10)

  • Éste consultó al Señor por él, le proveyó de víveres y le dio la espada de Goliat, el filisteo". (I Samuel 22, 10)

  • Saúl le dijo: "¿Por qué conspiráis contra mí, tú y el hijo de Jesé? Tú le diste pan y una espada y consultaste por él al Señor para que se levantase contra mí, como hoy lo hace". (I Samuel 22, 13)

  • A Nob, ciudad sacerdotal, Saúl la pasó a espada: hombres y mujeres, niños, hasta los de pecho, bueyes, asnos y ovejas. (I Samuel 22, 19)

  • David ordenó a sus hombres: "¡Que cada uno se ciña su espada!". Cada uno se ciñó su espada, y David se ciñó también la suya; y subieron en pos de David unos cuatrocientos hombres; doscientos se quedaron junto a los bagajes. (I Samuel 25, 13)

  • Saúl se disfrazó, poniéndose otros vestidos, y partió llevando consigo otros dos hombres. Llegaron de noche a casa de la mujer, y le dijo: "Adivíname el futuro por medio de un espíritu y evócame al que yo te diga". (I Samuel 28, 8)


“O homem sem Deus é um ser mutilado”. São Padre Pio de Pietrelcina