Encontrados 869 resultados para: espada del Espíritu

  • El que tenga oídos que oiga lo que el Espíritu dice a las Iglesias. Al vencedor le daré el maná escondido y una piedra blanca, y en la piedra escribiré un nombre nuevo, que sólo conoce el que la recibe. (Apocalipsis 2, 17)

  • El que tenga oídos que oiga lo que el Espíritu dice a las Iglesias. (Apocalipsis 2, 29)

  • El que tenga oídos que oiga lo que el Espíritu dice a las Iglesias. (Apocalipsis 3, 6)

  • El que tenga oídos que oiga lo que el Espíritu dice a las Iglesias. (Apocalipsis 3, 13)

  • El que tenga oídos que oiga lo que el Espíritu dice a las Iglesias. (Apocalipsis 3, 22)

  • Y salió otro caballo rojo; a su jinete se le dio poder para quitar la paz de la tierra y hacer que los hombres se mataran unos a otros, y se le dio una gran espada. (Apocalipsis 6, 4)

  • Y apareció un caballo pajizo, cuyo jinete se llamaba muerte (el abismo le acompañaba). Le fue dado poder sobre la cuarta parte de la tierra, para matar con la espada, con el hambre, con la peste y con las fieras de la tierra. (Apocalipsis 6, 8)

  • Si alguno está destinado al cautiverio, irá al cautiverio; el que mata con la espada, a espada morirá. Aquí la perseverancia y la fe de los santos. (Apocalipsis 13, 10)

  • Con los prodigios que le ha sido concedido realizar en presencia de la bestia seduce a los habitantes de la tierra y les dice que hagan una estatua a la bestia (la que fue herida con espada y revivió). (Apocalipsis 13, 14)

  • Oí una voz que venía del cielo y decía: "Escribe: Dichosos desde ahora los muertos que mueren en el Señor. Sí, dice el Espíritu, para que descansen de sus trabajos, porque sus obras los acompañan". (Apocalipsis 14, 13)

  • Y me transportó en espíritu a un desierto. Y vi a una mujer sentada sobre una bestia escarlata, llena de nombres blasfemos, con siete cabezas y diez cuernos. (Apocalipsis 17, 3)

  • Gritó con voz potente: Ha caído, ha caído Babilonia la grande y ha venido a ser morada de demonios, guarida de todo espíritu impuro, refugio de toda ave inmunda y odiosa; (Apocalipsis 18, 2)


“Seja grato e beije docemente a mão de Deus. É sempre a mão de um pai que pune porque lhe quer bem” São Padre Pio de Pietrelcina