Encontrados 65 resultados para: entraron

  • entraron con Noé en el arca por parejas, como había ordenado Dios. (Génesis 7, 9)

  • Al tercer día, cuando el dolor era más fuerte, dos de los hijos de Jacob, Simeón y Leví, hermanos de Dina, tomaron cada uno su espada, entraron a mansalva en la ciudad y mataron a todos los varones. (Génesis 34, 25)

  • Los israelitas entraron en medio del mar sin mojarse, mientras las aguas formaban como una muralla a ambos lados. (Exodo 14, 22)

  • Los egipcios se lanzaron tras ellos; toda la caballería del Faraón, sus carros y caballeros entraron tras ellos en medio del mar. (Exodo 14, 23)

  • Moisés salió al encuentro de su suegro, se inclinó ante él y lo besó, se saludaron y entraron en la tienda. (Exodo 18, 7)

  • Moisés y Aarón entraron en la tienda de la reunión; después salieron y bendijeron al pueblo. La gloria del Señor se apareció a todo el pueblo: (Levítico 9, 23)

  • Moisés y Aarón entraron en la tienda de la reunión, (Números 17, 8)

  • Josué, hijo de Nun, envió secretamente desde Sittín dos espías con esta consigna: "Id a explorar la tierra de Jericó". Ellos fueron y entraron en casa de una prostituta llamada Rajab, y se alojaron allí. (Josué 2, 1)

  • Los exploradores entraron y sacaron a Rajab, a su padre, a su madre, a sus hermanos y a toda su familia, y los llevaron fuera del campamento de Israel. (Josué 6, 23)

  • ellos salieron al campo, vendimiaron sus viñas, pisaron la uva y organizaron una gran fiesta; entraron en el templo de su dios, comieron y bebieron y maldijeron a Abimelec. (Jueces 9, 27)

  • Y los cinco hombres que habían ido a explorar el país entraron, se apoderaron de la imagen tallada y chapeada, el efod y los ídolos familiares, mientras que el sacerdote estaba a la entrada de la puerta con los seiscientos hombres armados. (Jueces 18, 17)

  • y se dispusieron a pasar allí la noche. Entraron y se sentaron en la plaza de la ciudad, pero nadie les ofreció su casa para pasar la noche. (Jueces 19, 15)


“O mal não se vence com o mal, mas com o bem, que tem em si uma força sobrenatural.” São Padre Pio de Pietrelcina