Encontrados 101 resultados para: embargo

  • sin embargo, no ha cesado jamás de dar testimonio de sí mismo haciendo el bien, mandándoos desde el cielo lluvias y estaciones fructíferas y saciándoos de comida y llenando vuestros corazones de felicidad". (Hechos 14, 17)

  • Algunos, sin embargo, se unieron a él y creyeron; entre ellos se encontraba Dionisio Areopagita, una mujer llamada Dámaris y algunos otros. (Hechos 17, 34)

  • El oficial, sin embargo, se fiaba del piloto y del patrón del barco más que de lo que decía Pablo. (Hechos 27, 11)

  • saben bien que Dios declara reos de muerte a los que hacen tales cosas y, sin embargo, ellos las hacen y aplauden a los que las hacen. (Romanos 1, 32)

  • sin embargo, la muerte reinó desde Adán hasta Moisés, aun sobre aquellos que no habían cometido un delito como el de Adán, que es figura del que había de venir. (Romanos 5, 14)

  • Sin embargo, teniendo el mismo espíritu de fe, según lo que dice la Escritura: Creí, por eso hablé, también nosotros creemos y por eso hablamos; (II Corintios 4, 13)

  • Sin embargo, yo no quiero presumir demasiado; me quedo en los límites del campo de acción que Dios me ha señalado al permitirme llegar hasta vosotros. (II Corintios 10, 13)

  • Pero el de la esclava nació de modo natural; el de la libre, sin embargo, en virtud de la promesa. (Gálatas 4, 23)

  • Habéis hecho bien, sin embargo, en haceros cargo de mi tribulación. (Filipenses 4, 14)

  • Y, en efecto, así lo hacéis con todos los hermanos de toda Macedonia. Sin embargo, queremos exhortaros, hermanos, a que progreséis todavía más (I Tesalonicenses 4, 10)

  • Sin embargo, el sólido fundamento de Dios se mantiene firme bajo este lema: El Señor conoce a los suyos y que se aparte de la injusticia el que pronuncia el nombre del Señor. (II Timoteo 2, 19)

  • sin embargo, uno que no desciende de él por generación recibió la décima parte del botín conquistado por Abrahán y bendijo al portador de la promesa. (Hebreos 7, 6)


“Que Jesus reine sempre soberano no seu coração e o faça cada vez mais digno de seus divinos dons.” São Padre Pio de Pietrelcina