Encontrados 1742 resultados para: don

  • Igualmente, vosotros, maridos, comportaos sabiamente con vuestras esposas, como con un sexo más débil. Puesto que son herederas, con el mismo título que vosotros, del don de la vida sed respetuosos con ellas para que vuestras oraciones no encuentren obstáculos. (I Pedro 3, 7)

  • Ante todo amaos ardientemente unos a otros, pues el amor alcanza el perdón de todos los pecados. (I Pedro 4, 8)

  • Que cada cual ponga al servicio de los demás los dones que haya recibido como corresponde a buenos administradores de los distintos carismas de Dios; (I Pedro 4, 10)

  • el que tenga el don de la palabra, que use de él como el que comunica palabras de Dios; el que presta un servicio que lo haga como mandatario de Dios de manera que en todo sea Dios glorificado por Jesucristo al cual se debe la gloria y el poder por los siglos de los siglos. Amén. (I Pedro 4, 11)

  • Pues si el justo se salva a duras penas, ¿adónde irán a parar el injusto y el pecador?. (I Pedro 4, 18)

  • El poder divino nos ha otorgado todo lo necesario para la vida y la piedad, dándonos a conocer al que nos ha llamado por su propia gloria y su grandeza. (II Pedro 1, 3)

  • que pronto abandonaré, según me ha manifestado nuestro Señor Jesucristo. (II Pedro 1, 14)

  • Dios no perdonó a los ángeles pecadores, sino que los arrojó al infierno, y los encerró en las prisiones tenebrosas en espera del juicio; (II Pedro 2, 4)

  • no perdonó al mundo antiguo, sino que, reservándose sólo ocho personas, entre las cuales Noé, como heraldo de justicia, desencadenó el diluvio sobre el mundo de los que practicaban la injusticia; (II Pedro 2, 5)

  • Abandonaron el buen camino, se extraviaron y siguieron el ejemplo de Balaán, hijo de Beor, que habiendo buscado el salario de la injusticia, (II Pedro 2, 15)

  • Si confesamos nuestros pecados, Dios, que es justo y fiel, nos perdona nuestros pecados y nos purifica de toda injusticia. (I Juan 1, 9)

  • Pero el que odia a su hermano está en las tinieblas, anda en las tinieblas y no sabe adónde va, porque las tinieblas le han cegado los ojos. (I Juan 2, 11)


“Deus é servido apenas quando é servido de acordo com a Sua vontade.” São Padre Pio de Pietrelcina