Encontrados 335 resultados para: dioses extranjeros
Y os dije: Yo soy el Señor, vuestro Dios. No adoraréis a los dioses de los amorreos cuyas tierras vais a ocupar. Pero vosotros no me habéis obedecido". (Jueces 6, 10)
Los israelitas volvieron a hacer lo que desagrada al Señor; dieron culto a los Baales y Astartés y a los dioses de Arán y de Sidón, a los dioses de Moab, a los de los amonitas y filisteos. Abandonaron al Señor y dejaron de darle culto. (Jueces 10, 6)
Pero vosotros me abandonasteis para adorar a otros dioses. Por eso no os salvaré ya más. (Jueces 10, 13)
Id, clamad a los dioses que os habéis elegido. ¡Que os salven ellos cuando estéis en aprietos!". (Jueces 10, 14)
Quitaron de en medio de ellos los dioses extranjeros y adoraron al Señor. Y él no pudo soportar por más tiempo la aflicción de Israel. (Jueces 10, 16)
Su amo le respondió: "No debemos entrar en una ciudad de extranjeros, donde no hay israelitas: sigamos hasta Guibeá; (Jueces 19, 12)
Haced reproducciones de vuestros tumores y de las ratas que devastan vuestra tierra y dad gloria al Dios de Israel, a ver si levanta su mano de vosotros, vuestros dioses y vuestra tierra. (I Samuel 6, 5)
Entonces Samuel dijo a todo el pueblo de Israel: "Si os convertís al Señor de todo corazón, quitad de en medio de vosotros los dioses extranjeros y las astartés; poned vuestros corazones en el Señor y servidle a él solo; entonces el Señor os librará de la mano de los filisteos". (I Samuel 7, 3)
Así se han portado conmigo desde el día que los saqué de Egipto hasta hoy, abandonándome para servir a dioses extranjeros, y así se portan ahora contigo. (I Samuel 8, 8)
Y le dijo: "¿Te has creído que soy un perro, para venir contra mí con un cayado?". Luego maldijo a David por sus dioses, (I Samuel 17, 43)
Y ahora, que el rey, mi señor, se digne escuchar las palabras de su siervo: Si es el Señor quien te excita contra mí, que sea aplacado con una ofrenda; pero si son los hombres, malditos sean del Señor, pues me echan hoy para que no participe en la herencia del Señor, diciendo: Vete a servir a dioses extraños. (I Samuel 26, 19)
Los filisteos abandonaron allí a sus dioses, y David y sus hombres los recogieron. (II Samuel 5, 21)