Encontrados 128 resultados para: descendencia sacerdotal

  • pero la lepra de Naamán se os pegará a ti y a tu descendencia para siempre". Y salió de su presencia blanco como la nieve de lepra. (II Reyes 5, 27)

  • Ésta es su descendencia: Nebayot, primogénito de Ismael, Quedar, Adbeel, Mibsán, (I Crónicas 1, 29)

  • Entonces la madre de Ocozías, al ver que su hijo había muerto, fue y exterminó a toda la descendencia real de la casa de Judá. (II Crónicas 22, 10)

  • Tú comprobaste que era un hombre fiel e hiciste con él un pacto, según el cual le darías a él y a su descendencia la tierra del cananeo, del hitita, del amorreo, del fereceo, del jebuseo, del guirgaseo; y has cumplido tu palabra, porque eres justo. (Nehemías 9, 8)

  • se comprometieron irrevocablemente ellos, su descendencia y los prosélitos a celebrar cada año estos dos días según el modo prescrito y en el tiempo establecido. (Ester 9, 27)

  • Conmemorados y celebrados de generación en generación en todas las familias, provincias y ciudades, estos días de purim no serán olvidados por los judíos, ni su recuerdo desaparecerá de su descendencia. (Ester 9, 28)

  • ordenando celebrar los días de purim y en su fecha exacta, según habían establecido el judío Mardoqueo y la reina Ester, y cómo se habían obligado ellos y su descendencia en cuanto a ayunos y lamentaciones. (Ester 9, 31)

  • Él da grandes victorias a su rey y otorga su favor a su mesías, a David y a su descendencia para siempre. (Salmos 18, 51)

  • Borrarás su descendencia de la tierra, su posteridad de en medio de los hombres. (Salmos 21, 11)

  • Mi descendencia servirá al Señor y hablará de él a la generación futura, (Salmos 22, 31)

  • los malhechores serán de una vez aniquilados y su descendencia será totalmente exterminada. (Salmos 37, 38)

  • Los hijos de tus siervos tendrán una morada y su descendencia será estable ante ti. (Salmos 102, 29)


“O Senhor se comunica conosco à medida que nos libertamos do nosso apego aos sentidos, que sacrificamos nossa vontade própria e que edificamos nossa vida na humildade.” São Padre Pio de Pietrelcina