Encontrados 128 resultados para: descendencia sacerdotal

  • "Maestro, Moisés nos prescribió: Si el hermano de uno muere, dejando mujer, sin hijos, su hermano debe casarse con la viuda y dar descendencia al hermano. (Lucas 20, 28)

  • Vosotros sois los hijos de los profetas y de la alianza que estableció Dios con vuestros padres cuando dijo a Abrahán: En tu descendencia serán bendecidas todas las familias de la tierra. (Hechos 3, 25)

  • y no le dio propiedad en esta región, ni siquiera un pie de tierra; pero prometió dársela en posesión a él y a su descendencia después de él, aunque no tenía hijos. (Hechos 7, 5)

  • Dios le declaró que su descendencia sería emigrante en tierra extranjera, y la esclavizarían y la maltratarían durante cuatrocientos años; (Hechos 7, 6)

  • Por ser pobre, no le hicieron justicia. Nadie podrá hablar de su descendencia, pues fue arrancado de la tierra de los vivos. (Hechos 8, 33)

  • Dios, según sus promesas, de la descendencia de éste ha suscitado para Israel un salvador, Jesús. (Hechos 13, 23)

  • A Abrahán y a su descendencia le fue hecha la promesa de ser él el heredero del mundo, no por la ley, sino por la justicia que viene de la fe. (Romanos 4, 13)

  • Por esto la justicia viene de la fe, para que sea gratuita, a fin de que sea firme la promesa a toda la descendencia; no sólo a la que es por la fe de Abrahán, el cual es padre de todos nosotros, (Romanos 4, 16)

  • Abrahán, apoyado en la esperanza, creyó, contra toda esperanza, que llegaría a ser padre de muchos pueblos, tal y como Dios había dicho: Así será tu descendencia. (Romanos 4, 18)

  • no todos los descendientes de Abrahán son hijos suyos. Lo que se dijo fue esto: Tu descendencia se perpetuará por medio de Isaac. (Romanos 9, 7)

  • Ya el mismo Isaías había predicho: Si el Señor todopoderoso no nos hubiera dejado descendencia, seríamos como Sodoma, iguales a Gomorra. (Romanos 9, 29)

  • Yo pregunto: ¿Es que Dios ha rechazado a su pueblo? De ninguna manera. Porque también yo soy israelita, de la descendencia de Abrahán, de la tribu de Benjamín. (Romanos 11, 1)


O maldito “eu” o mantém apegado à Terra e o impede de voar para Jesus. São Padre Pio de Pietrelcina