Encontrados 1067 resultados para: descendencia de David

  • Porque David no subió al cielo, sino que él dice: Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi derecha (Hechos 2, 34)

  • Vosotros sois los hijos de los profetas y de la alianza que estableció Dios con vuestros padres cuando dijo a Abrahán: En tu descendencia serán bendecidas todas las familias de la tierra. (Hechos 3, 25)

  • el que por boca de nuestro padre David, tu siervo, dijiste: ¿Por qué se amotinan las naciones y los pueblos hacen proyectos vanos? (Hechos 4, 25)

  • y no le dio propiedad en esta región, ni siquiera un pie de tierra; pero prometió dársela en posesión a él y a su descendencia después de él, aunque no tenía hijos. (Hechos 7, 5)

  • Dios le declaró que su descendencia sería emigrante en tierra extranjera, y la esclavizarían y la maltratarían durante cuatrocientos años; (Hechos 7, 6)

  • Nuestros antepasados se fueron pasando la tienda de padres a hijos y la introdujeron, guiados por Josué, en la tierra conquistada a los paganos, a los que expulsó Dios delante de ellos. Así hasta los días de David, (Hechos 7, 45)

  • Por ser pobre, no le hicieron justicia. Nadie podrá hablar de su descendencia, pues fue arrancado de la tierra de los vivos. (Hechos 8, 33)

  • Después lo destituyó y les dio como rey a David, hijo de Jesé, de quien dio este testimonio: He encontrado a David, hombre de mi agrado, quien cumplirá todos mis deseos. (Hechos 13, 22)

  • Dios, según sus promesas, de la descendencia de éste ha suscitado para Israel un salvador, Jesús. (Hechos 13, 23)

  • Y que Dios lo ha resucitado de los muertos de forma que no vuelva más a la corrupción, lo había afirmado: Os cumpliré las promesas firmes que hice a David. (Hechos 13, 34)

  • Pues bien, David, después de haber cumplido durante su vida la voluntad de Dios, murió, fue sepultado con sus padres y vio la corrupción. (Hechos 13, 36)

  • Después de esto volveré y restauraré la choza caída de David; repararé sus ruinas y la volveré a levantar, (Hechos 15, 16)


“O mais belo Credo é o que se pronuncia no escuro, no sacrifício, com esforço”. São Padre Pio de Pietrelcina