Encontrados 411 resultados para: derrota de los reyes amorreos

  • Fueron devueltas a Israel las ciudades que le habían sido quitadas por los filisteos, desde Ecrón hasta Gat, e Israel libró su territorio de la mano de los filisteos. Además hubo paz entre Israel y los amorreos. (I Samuel 7, 14)

  • Seguro que si el pueblo hubiese comido hoy del botín que encontró entre sus enemigos, la derrota de los filisteos hubiese sido mayor". (I Samuel 14, 30)

  • Cuando comenzó de nuevo la guerra, David salió a campaña contra los filisteos; les infligió una gran derrota y se dieron a la fuga. (I Samuel 19, 8)

  • Partió David con sus hombres hacia Queilá, atacó a los filisteos, se apoderó de sus ganados y les infligió una gran derrota. Así libró David a los habitantes de Queilá. (I Samuel 23, 5)

  • Cuando los reyes aliados de Hadadézer se vieron derrotados por Israel, firmaron la paz con Israel y le quedaron sometidos. Y en adelante los sirios no se atrevieron a volver a ayudar a los amonitas. (II Samuel 10, 19)

  • Al año siguiente, por el tiempo en que suelen los reyes salir a campaña, David envió a Joab, a sus oficiales y a todo Israel a devastar a los amonitas y a sitiar a Rabá. David se quedó en Jerusalén. (II Samuel 11, 1)

  • El pueblo de Israel fue derrotado por los servidores de David, y aquel día fue grande la derrota: murieron veinte mil hombres. (II Samuel 18, 7)

  • Entonces el rey convocó a los gabaonitas y les habló (los gabaonitas no eran israelitas, sino un resto de los amorreos; pero los israelitas estaban ligados a ellos con juramento y, sin embargo, Saúl había intentado exterminarlos en su celo por Israel y Judá). (II Samuel 21, 2)

  • Guéber, hijo de Urí, en la región de Galaad, la tierra de Sijón, rey de los amorreos, y de Og, rey de Basán. Un intendente por cada región. (I Reyes 4, 19)

  • Por eso venían de todos los pueblos a escuchar su sabiduría, y de parte de todos los reyes de la tierra que habían tenido noticia de su sabiduría. (I Reyes 5, 14)

  • A los que quedaban de los amorreos, hititas, fereceos, heveos y jebuseos, no pertenecientes al pueblo de Israel, (I Reyes 9, 20)

  • sin contar el procedente del tráfico de los comerciantes y de los mercaderes ambulantes, de todos los reyes de Arabia y de los gobernadores del país. (I Reyes 10, 15)


“A pessoa que nunca medita é como alguém que nunca se olha no espelho e, assim, não se cuida e sai desarrumada. A pessoa que medita e dirige seus pensamentos a Deus, que é o espelho de sua alma, procura conhecer seus defeitos, tenta corrigi-los, modera seus impulsos e põe em ordem sua consciência.” São Padre Pio de Pietrelcina