Encontrados 174 resultados para: conversión de Pablo

  • Como llevábamos sin comer mucho tiempo, Pablo, puesto en pie en medio de ellos, dijo: "Amigos míos, más valía que me hubierais hecho caso y no hubiéramos partido de Creta para evitar este desastre y estos daños. (Hechos 27, 21)

  • "No temas, Pablo; tienes que comparecer ante el césar; y he aquí que Dios te ha concedido la vida de todos los que navegan contigo". (Hechos 27, 24)

  • Pablo dijo al oficial y a los soldados: "Si éstos no se quedan a bordo, no podréis salvaros vosotros". (Hechos 27, 31)

  • Mientras esperaban a que se hiciera de día, Pablo instaba a todos a que comiesen, diciéndoles: "Lleváis ya catorce días esperando, en ayunas, sin comer nada; (Hechos 27, 33)

  • Pero el oficial, queriendo salvar a Pablo, se lo impidió, y ordenó que los que supieran nadar se echasen al agua los primeros y saliesen a tierra, (Hechos 27, 43)

  • Pablo recogió un montón de ramaje y, al echarlo al fuego, una víbora, que escapaba de las llamas, le mordió la mano. (Hechos 28, 3)

  • El padre de Publio estaba en cama, atacado de fiebre y disentería. Pablo lo visitó; rezó, le impuso las manos y lo curó. (Hechos 28, 8)

  • Los hermanos de Roma, que tenían noticias de nuestra llegada, nos salieron al encuentro en Foro Apio y Tres Tabernas; Pablo, al verlos, dio gracias a Dios y cobró ánimos. (Hechos 28, 15)

  • Cuando entramos en Roma, a Pablo le permitieron quedarse en una casa particular con un soldado que lo custodiase. (Hechos 28, 16)

  • A los tres días Pablo convocó a los judíos principales; y, cuando estaban reunidos, les dijo: "Hermanos, sin haber hecho nada contra el pueblo o las costumbres de nuestros padres, he sido encarcelado en Jerusalén y entregado en manos de los romanos; (Hechos 28, 17)

  • Al despedirse sin ponerse de acuerdo unos con otros, Pablo terminó con estas palabras: "Con razón dijo el Espíritu Santo a vuestros padres por medio del profeta Isaías: (Hechos 28, 25)

  • Pablo estuvo dos años en una casa alquilada; allí recibía a todos los que iban a verlo, (Hechos 28, 30)


“Há duas razões principais para se orar com muita satisfação: primeiro para render a Deus a honra e a glória que Lhe são devidas. Segundo, para falar com São Padre Pio de Pietrelcina