Encontrados 287 resultados para: conquista del trono

  • Hizo asimismo el "Pórtico del trono", donde administraba justicia, llamado el "Pórtico de la justicia", y lo recubrió de cedro desde el suelo hasta el techo. (I Reyes 7, 7)

  • Y el Señor ha cumplido su palabra. Yo me alcé en el puesto de mi padre David y me senté sobre el trono de Israel, como dijo el Señor; construí el templo en honor del Señor, Dios de Israel, (I Reyes 8, 20)

  • Ahora, Señor, Dios de Israel, cumple también lo que prometiste a tu siervo David, mi padre: No te faltará nunca en mi presencia un varón que se siente sobre el trono de Israel, con tal que tus hijos se porten bien y sigan mis caminos como lo has hecho tú. (I Reyes 8, 25)

  • yo consolidaré el trono de tu reino sobre Israel para siempre, como se lo prometí a tu padre David, cuando dije: No te faltará un varón sobre el trono de Israel. (I Reyes 9, 5)

  • ¡Bendito sea el Señor, tu Dios, que se ha complacido en ti, poniéndote sobre el trono de Israel! En su amor eterno a Israel te ha constituido rey, para administrar el derecho y la justicia". (I Reyes 10, 9)

  • Hizo también un gran trono de marfil, y lo recubrió de oro puro. (I Reyes 10, 18)

  • El trono tenía seis gradas: la parte superior, el respaldo redondo, brazos a ambos lados del asiento, dos leones apostados junto a los brazos (I Reyes 10, 19)

  • Descansó con sus padres, y fue sepultado en la ciudad de su padre David. Le sucedió en el trono su hijo Roboán. (I Reyes 11, 43)

  • Jeroboán reinó veintidós años. A su muerte le sucedió en el trono su hijo Nadab. (I Reyes 14, 20)

  • Roboán, hijo de Salomón, reinó en Judá. Tenía cuarenta y un años cuando subió al trono, y reinó diecisiete años en Jerusalén, la ciudad elegida por el Señor entre todas las tribus de Israel para morada de su nombre. Su madre se llamaba Naamá, la amonita. (I Reyes 14, 21)

  • Roboán murió y fue sepultado con sus padres en la ciudad de David. Le sucedió en el trono su hijo Abías. (I Reyes 14, 31)

  • Abías murió y fue sepultado con sus padres en la ciudad de David. Le sucedió en el trono su hijo Asá. (I Reyes 15, 8)


“O grau sublime da humildade é não só reconhecer a abnegação, mas amá-la.” São Padre Pio de Pietrelcina