Encontrados 43 resultados para: cima

  • Aarón tenía ciento veintitrés años cuando murió en la cima de Hor de la Montaña. (Números 33, 39)

  • Sube a la cima del Pisga, y desde allí mira al norte, al sur, al este y al oeste; y conténtate con mirar, pues no pasarás el Jordán. (Deuteronomio 3, 27)

  • Cuando subí yo a la montaña para recibir las tablas de piedra, las tablas de la alianza que el Señor hacía con vosotros, permanecí sobre la cima cuarenta días y cuarenta noches sin comer ni beber. (Deuteronomio 9, 9)

  • "Sube al monte Nebo, sobre la cima de la cadena de montañas de Abarín, en tierra de Moab, enfrente de Jericó, y contempla la tierra de Canaán, que voy a dar en propiedad a los israelitas. (Deuteronomio 32, 49)

  • Moisés subió de los llanos de Moab al monte Nebo, a la cima del Pisga, enfrente de Jericó. Y el Señor le mostró toda la tierra: desde Galaad hasta Dan, (Deuteronomio 34, 1)

  • Subía después por el valle de Ben Hinnón hasta tocar la frontera sur del jebuseo, es decir, Jerusalén, y subía a la cima del monte que da vista al valle de Hinnón, a occidente, en el extremo norte de la llanura de Refaín. (Josué 15, 8)

  • Desde la cima del monte, el límite torcía hacia las fuentes de Neftoaj, se dirigía hacia el monte de Efrón y se volvía en dirección a Baalá, es decir, Quiriat Yearín. (Josué 15, 9)

  • Sansón estuvo acostado hasta medianoche; a medianoche se levantó, cogió las dos hojas de las puertas de la ciudad, con los postes y el cerrojo, se las echó al hombro y se las llevó a la cima del monte que está frente por frente de Hebrón. (Jueces 16, 3)

  • Más allá, cuando llegues a la cima del Tabor, encontrarás a tres hombres que suben a visitar a Dios, en Betel: uno lleva tres cabritos, otro tres panes y el tercero un odre de vino. (I Samuel 10, 3)

  • Y Elías subió a la cima del Carmelo y se postró en tierra, puesto su rostro entre las rodillas. (I Reyes 18, 42)

  • Entonces le envió un capitán con sus cincuenta soldados. Llegó éste donde Elías, que estaba sentado en la cima del monte, y le dijo: "Hombre de Dios, el rey ordena que vayas". (II Reyes 1, 9)

  • Por boca de tus mensajeros has injuriado al Señor, diciendo: Con la multitud de mis carros me he hecho poderoso, he escalado la cima de los montes, las cumbres del Líbano, he cortado sus más altos cedros, lo mejor de sus cipreses, he penetrado en su más elevado lugar, en los más frondosos bosques. (II Reyes 19, 23)


“É preciso amar, amar e nada mais”. São Padre Pio de Pietrelcina