Encontrados 15 resultados para: cañas

  • Pero él repuso: "Mi hijo no bajará con vosotros; su hermano ha muerto y ha quedado sólo él; si le sucede alguna desgracia en el viaje que vais a emprender, del dolor haríais bajar mis canas a la tumba". (Génesis 42, 38)

  • si os lleváis también a éste de mi lado y le sucede alguna desgracia, del dolor haríais bajar mis canas a la tumba. (Génesis 44, 29)

  • cuando vea que no va con nosotros, morirá, y tus siervos harán que las canas de tu siervo, nuestro padre, bajen, de dolor, a la tumba. (Génesis 44, 31)

  • Ponte en pie ante el hombre de canas, honra al anciano y teme a Dios: yo, el Señor. (Levítico 19, 32)

  • Pero ella los había hecho subir a la azotea y los había escondido entre las cañas de lino que tenía allí. (Josué 2, 6)

  • Actúa con inteligencia y no dejes bajar en paz sus canas al abismo. (I Reyes 2, 6)

  • Tú no lo perdones; eres inteligente y sabrás lo que tienes que hacer con él para que baje al abismo con sus canas tintas en sangre". (I Reyes 2, 9)

  • Ella se entristeció profundamente y, llorando, subió a la habitación de su padre dispuesta a ahorcarse. Pero lo pensó mejor y dijo: "Se reirían de mi padre y le dirían: La única hija que tenías, tan querida para ti, se ha ahorcado por sus desventuras. Sería yo la causa de que las canas de mi padre descendiesen con dolor a la región de los muertos. Mejor será no ahorcarme, sino pedir al Señor la muerte para que nadie vuelva a ultrajarme". (Tobías 3, 10)

  • También entre nosotros los hay con canas y más cargados de días que tu padre. (Job 15, 10)

  • Bajo el loto se acuesta, se esconde entre las cañas de la laguna. (Job 40, 21)

  • Oprimamos al justo pobre, no perdonemos a la viuda ni respetemos las añosas canas del anciano. (Sabiduría 2, 10)

  • apestarán los canales, los brazos del Nilo menguarán y se secarán, cañas y juncos se amustiarán. (Isaías 19, 6)


“O Senhor sempre orienta e chama; mas não se quer segui-lo e responder-lhe, pois só se vê os próprios interesses. Às vezes, pelo fato de se ouvir sempre a Sua voz, ninguém mais se apercebe dela; mas o Senhor ilumina e chama. São os homens que se colocam na posição de não conseguir mais escutar.” São Padre Pio de Pietrelcina