Encontrados 76 resultados para: adoración en la iglesia

  • Cuando mires al cielo y veas el sol, la luna, las estrellas y todos los astros del firmamento, no te dejes seducir hasta postrarte ante ellos para rendirles adoración. El Señor, tu Dios, los ha dado en suerte a todos los pueblos que hay bajo los cielos. (Deuteronomio 4, 19)

  • Tened cuidado que no sea seducido vuestro corazón, y prevaricando sirváis a otros dioses rindiéndoles adoración, (Deuteronomio 11, 16)

  • Cuando terminó, el rey y los que le acompañaban se pusieron de rodillas en actitud de adoración. (II Crónicas 29, 29)

  • El rey Ezequías y los jefes dieron la orden a los levitas de alabar al Señor con los salmos de David y de Asaf, el vidente. Cantaron los salmos con gran alegría, y luego se arrodillaron en actitud de adoración. (II Crónicas 29, 30)

  • cuando veáis multitudes delante y detrás de ellos adorándolos, decid interiormente: "A ti sólo se debe adoración, Señor". (Baruc 6, 5)

  • Yo te digo que tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella. (Mateo 16, 18)

  • Toda la Iglesia y todos los que oyeron esto se quedaron sobrecogidos de terror. (Hechos 5, 11)

  • Aquel día se desencadenó una gran persecución contra la Iglesia de Jerusalén; y todos, excepto los apóstoles, se dispersaron por las regiones de Judea y Samaría. (Hechos 8, 1)

  • Saulo, en cambio, asolaba la Iglesia; entraba en las casas, sacaba a rastras a hombres y mujeres y los metía en la cárcel. (Hechos 8, 3)

  • La Iglesia gozaba de paz en toda Judea, Galilea y Samaría; se consolidaba y progresaba en la fidelidad al Señor, y se extendía alentada por el Espíritu Santo. (Hechos 9, 31)

  • Llegó la noticia a oídos de la Iglesia de Jerusalén, y enviaron a Bernabé a Antioquía. (Hechos 11, 22)

  • Y estuvieron un año entero en aquella Iglesia instruyendo en la fe a muchas personas. Fue en Antioquía donde por primera vez los discípulos recibieron el nombre de cristianos. (Hechos 11, 26)


“Nas tentações, combata com coragem! Nas quedas, humilhe-se mas não desanime!” São Padre Pio de Pietrelcina