Encontrados 112 resultados para: Sean

  • Sean ocupados sus tiendas y rebaños, sus toldos y todos sus utensilios; sean robados sus camellos. Y se grite sobre ellos: "¡Terror por todas partes!". (Jeremías 49, 29)

  • ¡Espada sobre sus caballos y sus carros, y sobre toda la amalgama de gentes que hay en medio de ella, para que sean como mujeres! (Jeremías 50, 37)

  • ¡Espada sobre sus tesoros, que sean saqueados! ¡Espada sobre sus aguas, que se sequen, porque es un país de ídolos y están locos por sus espantajos! (Jeremías 50, 38)

  • Escucha mi gemido: ¡no hay quien me consuele! Todos mis enemigos se alegran de mi ruina, de que tú lo hayas hecho. ¡Haz que llegue el día que habías anunciado, para que sean como yo! (Lamentaciones 1, 21)

  • Rogad por la vida de Nabucodonosor, rey de Babilonia, y por la vida de su hijo Baltasar, para que sus días en la tierra sean como los del cielo. (Baruc 1, 11)

  • Porque Dios ha ordenado que sean rebajados todo monte elevado y los collados eternos, y colmados los valles hasta allanar la tierra, para que Israel camine segura bajo la gloria de Dios. (Baruc 5, 7)

  • Como a uno que ha ofendido al rey y está para ser ajusticiado se lo tiene bien encerrado por todas partes, así los sacerdotes aseguran los templos de estos dioses con puertas, cerrojos y trancas, para que no sean saqueados por los ladrones. (Baruc 6, 17)

  • Han sido hechos por artesanos y orfebres, y no son otra cosa que lo que sus artífices quieren que sean. (Baruc 6, 45)

  • Así que no s puede creer ni pensar que sean dioses, cuando no pueden hacer justicia ni proporcionar bien alguno a los hombres. (Baruc 6, 63)

  • Por ningún lado, pues, aparece que sean dioses. Así que no los temáis. (Baruc 6, 68)

  • Por todo vuestro territorio las ciudades serán arruinadas y devastadas las colinas, a fin de que sean destruidos y devastados vuestros altares, despedazados y aventados vuestros ídolos, hechas añicos vuestras columnas y aniquiladas vuestras obras. (Ezequiel 6, 6)

  • Entonces los supervivientes se acordarán de mí en medio de las naciones donde sean deportados. Yo quebrantaré su corazón adúltero, que se apartó de mí, y sus ojos prostituidos ante sus ídolos. Tendrán horror de sí mismos por las perversidades que cometieron a causa de todas sus horribles acciones. (Ezequiel 6, 9)


“O grau sublime da humildade é não só reconhecer a abnegação, mas amá-la.” São Padre Pio de Pietrelcina