Encontrados 137 resultados para: Palacio

  • El rey Roboán hizo en su lugar otros escudos de bronce, que entregó a los jefes de la guardia que custodiaba la entrada del palacio real; (II Crónicas 12, 10)

  • Entonces Asá tomó la plata y el oro del templo y del palacio real y lo envió a Ben Hadad, rey de Siria, residente en Damasco, con este mensaje: (II Crónicas 16, 2)

  • los cuales fueron contra Judá, la invadieron y se llevaron todo lo que encontraron en el palacio del rey, incluidos mujeres e hijos, menos a Ocozías, el más pequeño de todos. (II Crónicas 21, 17)

  • otro tercio estará en el palacio real; el último tercio en la puerta de los cimientos, y todo el pueblo en los atrios del templo del Señor. (II Crónicas 23, 5)

  • La echaron y, al pasar por la puerta de las caballerizas en el palacio real, la mataron. (II Crónicas 23, 15)

  • Tomó, finalmente, a los jefes de centuria, a los nobles, a cuantos tenían autoridad en el pueblo y al pueblo entero y llevaron al rey del templo al palacio real; entraron por la puerta superior y lo sentaron sobre el trono real. (II Crónicas 23, 20)

  • se apoderó de todo el oro y la plata y de todos los utensilios que había en el templo del Señor, en la casa de Obededón y en los tesoros del palacio real, tomó rehenes y se volvió a Samaría. (II Crónicas 25, 24)

  • El rey Ozías continuó leproso hasta el día de su muerte. Vivió recluido en una casa aislada, pues, como leproso, estaba excluido del templo del Señor. Su hijo Jotán estaba al frente del palacio y del gobierno de la nación. (II Crónicas 26, 21)

  • Zicrí, valeroso soldado efraimita, mató a Maseyas, hijo del rey; a Azricán, mayordomo del palacio real, y a Elcaná, el segundo después del rey. (II Crónicas 28, 7)

  • Acaz se apoderó de gran parte de los bienes del templo del Señor, del palacio real y de la casa de los jefes y se lo mandó al rey de Asiria, pero de nada le sirvió. (II Crónicas 28, 21)

  • Manasés murió y fue sepultado en su palacio. Le sucedió en el trono su hijo Amón. (II Crónicas 33, 20)

  • Nabucodonosor se llevó también a Babilonia parte de los objetos del templo del Señor y los puso en su palacio de Babilonia. (II Crónicas 36, 7)


“Não se aflija a ponto de perder a paz interior. Reze com perseverança, com confiança, com calma e serenidade.” São Padre Pio de Pietrelcina