Encontrados 323 resultados para: Muchos

  • Al cabo de muchos años, cuando Dios quiso, Nehemías, enviado por el rey de Persia, mandó a los descendientes de aquellos sacerdotes que lo habían escondido en busca del fuego. Según ellos nos dijeron, no encontraron fuego, sino un agua muy espesa, y mandó que se la llevaran. (II Macabeos 1, 20)

  • en el que el rey recibió y dio muchos regalos. (II Macabeos 1, 35)

  • Los compañeros de Nehemías llamaron a aquel lugar "Neftar" que significa purificación; pero muchos lo siguen llamando "Nafta". (II Macabeos 1, 36)

  • Muchos salían en tropel de sus casas y organizaban rogativas públicas para salvar el lugar santo, que estaba en peligro de ser ultrajado. (II Macabeos 3, 18)

  • Mientras tanto, en Jerusalén, Lisímaco cometía muchos robos con asentimiento de Menelao. Al saberlo, el pueblo se sublevó contra Lisímaco, pero ya muchos objetos habían sido exportados. (II Macabeos 4, 39)

  • Y el que a muchos había obligado a salir de la patria, pereció en tierra extranjera, entre los lacedemonios, en quienes pensaba encontrar protección en gracia de los lazos de familia. (II Macabeos 5, 9)

  • Y el que a muchos había dejado en su tierra sin sepultura, no tuvo quien lo llorase, ni pudo ser enterrado en el sepulcro de sus padres. (II Macabeos 5, 10)

  • Timoteo vino a caer en manos de las tropas de Dositeo y Sosípatro. Pedía con gran astucia que le perdonasen la vida, pues estaban en sus manos los padres y hermanos de muchos judíos, los cuales no serían perdonados si le mataban a él. (II Macabeos 12, 24)

  • Castigo justísimo. Él había cometido muchos delitos contra el altar, cuyo fuego y ceniza son santos. Y en la ceniza encontró la muerte. (II Macabeos 13, 8)

  • porque a muchos ha herido de muerte y sus víctimas son numerosas; (Proverbios 7, 26)

  • Los labios del justo alimentan a muchos, los insensatos mueren por falta de seso. (Proverbios 10, 21)

  • Incluso a su vecino es odioso el pobre, pero el rico tiene muchos amigos. (Proverbios 14, 20)


“Diante de Deus ajoelhe-se sempre.” São Padre Pio de Pietrelcina