Encontrados 114 resultados para: Mesa

  • Me dijo: Permíteme ir, porque tenemos un sacrificio de familia en la ciudad y mis hermanos me han reclamado. Si te parece bien, déjame hacer una escapada para ver a mis hermanos. Por eso no ha venido a la mesa del rey". (I Samuel 20, 29)

  • se levantó de la mesa encendido en cólera y no tomó alimento alguno el segundo día de la nueva luna, porque estaba apenado por David, ya que su padre lo había ultrajado. (I Samuel 20, 34)

  • Él no quería comer; pero sus servidores y la mujer le insistieron tanto que, por fin, aceptó. Se levantó del suelo y se sentó a la mesa. (I Samuel 28, 23)

  • David le dijo: "No temas, porque quiero favorecerte por amor a tu padre, Jonatán. Te devolveré las tierras de Saúl, tu abuelo, y comerás siempre a mi mesa". (II Samuel 9, 7)

  • Tú trabajarás para él la tierra, tú y tus hijos y tus esclavos; tú harás la recolección, para que la casa de tu señor tenga qué comer; en cuanto a Meribaal, hijo de tu señor, él comerá siempre a mi mesa". Sibá tenía quince hijos y veinte esclavos. (II Samuel 9, 10)

  • Sibá respondió al rey: "Tu servidor hará todo lo que el rey, mi señor, ha mandado a su siervo". Meribaal comía a la mesa del rey, como uno de sus hijos. (II Samuel 9, 11)

  • Pero Meribaal vivía en Jerusalén, porque comía siempre a la mesa del rey; era cojo de ambos pies. (II Samuel 9, 13)

  • Después David dijo a Urías: "Baja a tu casa y lávate los pies". Urías salió del palacio y, tras él, le llevaron un obsequio de la mesa real. (II Samuel 11, 8)

  • Porque toda la familia de mi padre es merecedora de la muerte por parte de mi señor, el rey; y, sin embargo, tú has admitido a tu siervo entre los que comen a tu mesa. ¿Qué derecho puedo tener yo para implorar todavía al rey?". (II Samuel 19, 29)

  • Por el contrario, a los hijos de Barzilay, el galaadita, trátalos bien, contándolos entre los comensales de tu mesa, porque así me trataron ellos cuando yo huía de tu hermano Absalón. (I Reyes 2, 7)

  • Los intendentes abastecían al rey Salomón y a cuantos se sentaban a su mesa, cada uno en su mes. No faltaba nada. (I Reyes 5, 7)

  • Salomón hizo todos los demás utensilios del templo del Señor: el altar de oro; la mesa de oro, sobre la que se ponían los panes de la proposición; (I Reyes 7, 48)


“Como Jesus, preparemo-nos a duas ascensões: uma ao Calvário e outra ao Céu. A ascensão ao Calvário, se não for alegre, deve ao menos ser resignada!” São Padre Pio de Pietrelcina