Encontrados 117 resultados para: Mefiboset dejado atrás

  • sin haber vuelto atrás el corazón, sin haber desviado los pies de tu camino; (Salmos 44, 19)

  • que vuelvan atrás avergonzados los que de mí se burlan. (Salmos 70, 4)

  • El Señor lo ha jurado y no se vuelve atrás: "Tú eres sacerdote para siempre a la manera de Melquisedec". (Salmos 110, 4)

  • ¿Qué te pasa, mar, para que huyas, y a ti, Jordán, para volver atrás; (Salmos 114, 5)

  • El Señor ha jurado a David, promesa firme de la que no se vuelve atrás: "Pondré en tu trono a un descendiente tuyo. (Salmos 132, 11)

  • Se trabó la batalla, y Jonatán alargó la mano para herir a Báquides, pero éste le esquivó echándose hacia atrás. (I Macabeos 9, 47)

  • Apolonio había dejado atrás mil soldados de caballería escondidos. (I Macabeos 10, 79)

  • El ejército extranjero avanzó contra ellos en la llanura, pero habían dejado hombres en la montaña para tenderles una emboscada. Así, mientras el ejército avanzaba de frente, (I Macabeos 11, 68)

  • Al tiempo que el sumo sacerdote ofrecía el sacrificio por el pecado, se presentaron de nuevo ante Heliodoro los mismos jóvenes, vestidos con las mismas vestiduras; se pusieron ante él y le dijeron: "Da muchas gracias a Onías, sumo sacerdote, pues por él el Señor te ha dejado con vida. (II Macabeos 3, 33)

  • Y el que a muchos había dejado en su tierra sin sepultura, no tuvo quien lo llorase, ni pudo ser enterrado en el sepulcro de sus padres. (II Macabeos 5, 10)

  • Cuando el Macabeo se enteró, reunió a los jefes del pueblo y los recriminó por haber dejado escapar libres a los enemigos de sus hermanos, traicionando a éstos por dinero. (II Macabeos 10, 21)

  • Tuvo noticia de que Filipo, a quien había dejado al frente del reino en su ausencia, se había sublevado, y quedó consternado. Pidió la paz a los judíos y juró acceder a sus justas peticiones. Se reconcilió con ellos, ofreció sacrificios, llenó de honores el templo y lo trató con benevolencia. (II Macabeos 13, 23)


“O amor tudo esquece, tudo perdoa, sem reservas.” São Padre Pio de Pietrelcina