Encontrados 117 resultados para: Mefiboset dejado atrás

  • Ezequías replicó: "Fácil es a la sombra adelantar diez grados. No; que la sombra vuelva atrás diez grados". (II Reyes 20, 10)

  • Los de Judá miraron hacia atrás y se percataron de que los atacaban de frente y por la espalda. Clamaron al Señor, y los sacerdotes tocaron sus trompetas. (II Crónicas 13, 14)

  • Todo Judá estaba contento por el juramento que acababan de hacer con todo el corazón; con toda su buena voluntad habían buscado al Señor, y él se había dejado encontrar por ellos, y les había concedido la paz en todas sus fronteras. (II Crónicas 15, 15)

  • Entonces Sedecías, hijo de Canaaná, dio una bofetada a Miqueas, y le dijo: "¿Es que el espíritu del Señor me ha dejado a mí para hablarte a ti?". (II Crónicas 18, 23)

  • Y después de todo lo que nos ha sobrevenido a causa de nuestras maldades y grandes culpas -y eso que tú, oh Dios nuestro, nos has imputado menos culpa de la que teníamos y nos has dejado este resto que somos-, (Esdras 9, 13)

  • Por eso fui a Media y allí estuve haciendo compras para él hasta que murió. Yo había dejado en depósito a Gabael, hijo de Gabri, que vivía en Ragués de Media, trescientos kilos de plata. (Tobías 1, 14)

  • La madre lloraba y decía a Tobit: "¿Por qué has dejado marchar a mi hijo? ¿No era él nuestro apoyo y el que nos acompañaba siempre? (Tobías 5, 18)

  • Era muy bella y de aspecto encantador. Su marido, Manasés, le había dejado muchas riquezas, criados y criadas, ganados y campos, y ella los administraba. (Judit 8, 7)

  • Muchas veces los gobernantes se vieron envueltos en delitos irreparables y complicados en sangre inocente por haber confiado a amigos la administración de los negocios y haberse dejado influenciar por ellos, (Ester 16, 5)

  • Yo te ensalzo, Señor, porque me has liberado, porque no has dejado que se rían de mí mis enemigos. (Salmos 30, 2)

  • Yo decía en mi turbación: "Estoy dejado de tus ojos"; mas tú escuchaste la voz de mi plegaria, mi grito suplicante. (Salmos 31, 23)

  • No he dejado de hablar de tu justicia, he proclamado tu lealtad y tu salvación, no he ocultado tu amor y tu fidelidad ante la gran asamblea. (Salmos 40, 11)


“Você teme um homem,um pobre instrumento nas mãos de Deus, mas não teme a justiça divina?” São Padre Pio de Pietrelcina