Encontrados 142 resultados para: Manasés

  • Destruyó los altares que había sobre el terrado de la estancia superior de Acaz, construidos por los reyes de Judá, y los altares que Manasés había levantado en los dos atrios del templo del Señor; los hizo allí pedazos y arrojó el polvo al torrente Cedrón. (II Reyes 23, 12)

  • Sin embargo, el Señor no depuso su ira contra Judá a causa de todos los ultrajes con que le había irritado Manasés. (II Reyes 23, 26)

  • Esto sucedió contra Judá por mandato del Señor, que quería apartarlo de su presencia a causa de todos los pecados cometidos por Manasés (II Reyes 24, 3)

  • Acaz, hijo de Jotán; Ezequías, hijo de Acaz; Manasés, hijo de Ezequías; (I Crónicas 3, 13)

  • Amón, hijo de Manasés; Josías, hijo de Amón. (I Crónicas 3, 14)

  • Los hijos de Rubén, los de Gad y la media tribu de Manasés, hombres guerreros, portadores del escudo y de la espada, diestros en el manejo del arco y hábiles en el arte de la guerra, en número de 44.760, aptos para las armas, (I Crónicas 5, 18)

  • Los hijos de la media tribu de Manasés se establecieron en la región que se extiende entre Basán y Baal Hermón, el Sanir y el monte de Hermón. Eran numerosos. (I Crónicas 5, 23)

  • El Dios de Israel incitó contra ellos a Pul, rey de Asiria (es decir, a Teglat-Falasar), el cual desterró a los rubenitas, a los gaditas y a la media tribu de Manasés: los deportó a Jalaj, Jabor, Jará y el río Gozán, donde viven hasta el día de hoy. (I Crónicas 5, 26)

  • (46 )A los otros hijos de Quehat les tocaron en suerte diez ciudades de la tribu de Efraín, de la de Dan y de la media tribu de Manasés. (I Crónicas 6, 61)

  • (47 )A los hijos de Guersón y sus clanes, trece ciudades de las tribus de Isacar, de Aser, de Neftalí y de Manasés, en Basán (I Crónicas 6, 62)

  • (55 )De la media tribu de Manasés les dieron: Aner y Bileán con sus ejidos. Todo esto para el clan de los otros hijos de Quehat. (I Crónicas 6, 70)

  • (56 )A los hijos de Guersón: de la media tribu de Manasés: Golán y sus ejidos en Basán, Astarot y sus ejidos; (I Crónicas 6, 71)


“Que o Espírito Santo guie a sua inteligência, faça-o descobrir a verdade escondida na Sagrada Escritura e inflame a sua vontade para praticá-la.” São Padre Pio de Pietrelcina