Encontrados 241 resultados para: Levantó
El 15 del mes de quisleu del año 145, Antíoco levantó un ídolo repugnante sobre el altar de los holocaustos y edificó altares en todas las ciudades circunvecinas de Judá. (I Macabeos 1, 54)
Después levantó el campamento para dirigirse al país de los filisteos, pasando por Maresá. (I Macabeos 5, 66)
El rey se levantó temprano, y mandó a su ejército avanzar rápidamente hacia Bet Zacaría, donde sus tropas se pusieron en orden de batalla al toque de las trompetas. (I Macabeos 6, 33)
Levantó el campamento y llegó a Damasco después de recorrer toda la provincia. (I Macabeos 12, 32)
Se reunieron para reconstruir la ciudad. Se había caído una parte del muro oriental sobre el torrente; Jonatán levantó aquella parte, y la llamó Cafenatá. (I Macabeos 12, 37)
Trifón preparó toda su caballería para llegar; pero aquella noche cayó mucha nieve, por lo cual, no pudiendo avanzar, levantó el campamento y se dirigió a Galaad. (I Macabeos 13, 22)
Destacó en ella soldados judíos, la fortificó para seguridad de la nación y de la ciudad y levantó las murallas de Jerusalén. (I Macabeos 14, 37)
Cuando Simón y sus hijos se pusieron alegres, se levantó con sus hombres, tomaron las armas, volvieron a la sala del festín y mataron a Simón, a sus hijos y a algunos de sus servidores. (I Macabeos 16, 16)
No había muerto todavía y, encendido en valor, se levantó a pesar de la sangre que perdía por todas partes, pasó corriendo a través de los soldados, (II Macabeos 14, 45)
el Macabeo, al ver la muchedumbre que tenía delante, el aparato de las diversas armas y su ferocidad, levantó las manos al cielo e invocó al Dios que hace maravillas; pues bien sabía que la victoria no depende de las armas, sino de aquel que la concede a quien ve digno de ella. (II Macabeos 15, 21)
había una ciudad, pequeña, y de pocos habitantes. Un gran rey fue contra ella, la asedió y levantó a su alrededor grandes fortificaciones. (Eclesiastés 9, 14)
Nosotros perdimos el camino de la verdad, la luz de la justicia no nos alumbró y el sol no se levantó para nosotros. (Sabiduría 5, 6)