Encontrados 37 resultados para: Lazo

  • El hombre que adula a su prójimo le tiende un lazo a los pies. (Proverbios 29, 5)

  • El temer delante de los hombres es un lazo, el que confía en el Señor está seguro. (Proverbios 29, 25)

  • Encuentro que la mujer es más amarga que la muerte, porque ella es un lazo; su corazón es una red, y sus brazos son cadenas. Quien agrada a Dios escapa de ella, pero el pecador en ella queda preso. (Eclesiastés 7, 26)

  • El hombre no conoce su hora: como los peces que son apresados en la red fatal y como los pájaros que se enredan en el lazo, así los hombres se dejan enredar por el infortunio cuando de improviso cae sobre ellos. (Eclesiastés 9, 12)

  • La visita divina se extenderá a los ídolos de los gentiles, porque en la creación de Dios se han convertido en algo aborrecible, en escándalo para las almas de los hombres y en lazo para los pies de los necios. (Sabiduría 14, 11)

  • Esto se convirtió en lazo para los vivientes; porque los hombres, víctimas de la desgracia y de la tiranía, impusieron el nombre incomunicable a las piedras y a los leños. (Sabiduría 14, 21)

  • No lo persigas, que ya está muy lejos; huye como gacela del lazo. (Eclesiástico 27, 20)

  • El que cava una hoya caerá en ella, y quien tiende un lazo quedará preso en él. (Eclesiástico 27, 26)

  • Los que se gozan de la caída del justo quedarán presos en el lazo, el dolor los consumirá antes de su muerte. (Eclesiástico 27, 29)

  • Guárdate del consejero; mira antes de qué tiene necesidad porque también él aconseja en provecho propio , no sea que te tienda un lazo (Eclesiástico 37, 8)

  • porque tú fuiste mi protector y mi apoyo, libraste mi cuerpo de la destrucción y del lazo de la lengua malvada, de labios que maquinan la falsedad, has sido mi apoyo delante de los que me rodeaban y me libraste, (Eclesiástico 51, 2)

  • Él será una piedra de tropiezo, una roca que puede hacer caer para las dos casas de Israel; un lazo y una trampa para los habitantes de Jerusalén. (Isaías 8, 14)


“Para consolar uma alma na sua dor, mostre-lhe todo o bem que ela ainda pode fazer.” São Padre Pio de Pietrelcina